Han pasado ocho años desde que Derek y Maria Broaddus compraron por 1,4 millones de dólares la casa ubicada en el 657 Boulevard de Westfield (Nueva Jersey). A los tres días de firmar el contrato de compraventa, recibieron una inquietante carta de bienvenida firmada por "The Watcher", quien decía ser el guardián de la vivienda, como antes lo fueron su padre y su abuelo. Fue la primera de muchas. Este es el caso real en el que se basa El vigilante.
Ryan Murphy e Ian Brennan (los responsables de Dahmer) se inspiraron en esta inquietante historia para su nueva serie en Netflix, a partir de un artículo de Reeves Wiedeman para The Cut, de The New York Magazine, publicado en noviembre de 2018, que se ha actualizado con nueva información con motivo del estreno de la serie.
Los Broaddus nunca llegaron a vivir en la casa
El tono de las cartas fue haciéndose más macabro con cada nueva misiva, en las que se hacía referencia a los hijos de la pareja agradeciendo que hubiesen traído "sangre nueva" a la casa, mencionando sus nombres, fechas de nacimiento, describiendo con detalle sus actividades, como dibujos que hacían o en qué habitación los pintaban. Y añadiendo frases terroríficas como: "ahora que sé sus nombres puedo llamarlos y atraerlos hasta mí".
Las cartas las recibieron mientras la familia iba frecuentemente a la casa porque estaban haciendo obras de renovación. Se sentían aterrorizados, desprotegidos e impotentes por lo que decidieron no mudarse al que esperaban fuera su nuevo hogar, a pesar de que habían invertido todos sus ahorros en la compra.
La investigación policial fue infructuosa
Ni la policía de Westfield, que recibió críticas por ineficacia y falta de interés, ni los investigadores privados que contrató la familia pudieron resolver el caso. Este se abrió por segunda vez en 2018 por un fiscal del condado, que comparó un rastro de ADN de la saliva de uno de los sobres con las muestras que se recogieron voluntariamente de los vecinos de 657 Boulevard en 2015, pero no se encontraron coincidencias. Finalmente, el caso se cerró de forma definitiva por falta de nuevas evidencias.
Qué ha pasado con la casa
En marzo de 2019, después de cinco años pagando la hipoteca de una casa en la que nunca llegaron a vivir, Derek y Maria Broaddus decidieron venderla por 400.000 dólares menos de lo que habían pagado.
Su intención inicial es que fuera adquirida por un promotor que quisiera tirarla abajo para hacer una obra de nueva construcción, pero los compradores fueron una pareja joven con hijos. Cuando se cerró la venta, los Broaddus pidieron a su abogado que entregara una nota a los nuevos propietarios en la que dijeron: "Os deseamos a paz y tranquilidad que una vez soñamos tener en esta casa", y adjuntaron una fotografía de la letra de El vigilante, para que estuvieran alerta si aparecía de nuevo.
A día de hoy, tal como confirma el autor del reportaje original, no han recibido ninguna.