En la quinta temporada de The Crown, la familia real británica se enfrenta a uno de sus mayores retos hasta la fecha: demostrar que sigue siendo relevante en la Gran Bretaña de los 90. Y tendrán que hacerlo con la guerra mediática entre Diana y Carlos protagonizando todos los titulares, una situación que empieza a socavar la imagen publica de la institución monárquica.
A medida que la reina Isabel II se acerca al 40º aniversario de su llegada al poder, reflexiona sobre un reinado que ha abarcado nueve primeros ministros, la llegada de la televisión de masas y el ocaso del Imperio Británico. Sin embargo, hay nuevos retos en el horizonte. El colapso de la Unión Soviética y el traspaso de la soberanía de Hong Kong señalan un cambio sísmico en el orden internacional que presenta tanto obstáculos como oportunidades.
Mientras tanto, los problemas domésticos están afectando la imagen de la corona. El príncipe Carlos (Dominic West) presiona a su madre para que le permita divorciarse de Diana (Elizabeth Debicki), lo cual representa una crisis constitucional de la monarquía. A medida que se intensifica el escrutinio de los medios, Diana decide tomar el control de su propia narrativa, y rompe con el protocolo familiar para publicar un libro que socava el apoyo público a Carlos y expone las grietas de la Casa Windsor.
Las tensiones aumentan cuando Mohamed Al Fayed (Salim Daw) entra en escena. Impulsado por su deseo de ser aceptado al más alto nivel, aprovecha su riqueza y su poder para intentar ganarse, junto con su hijo Dodi (Khalid Abdalla), un puesto en la mesa real.
Esta será la primera oportunidad de ver al nuevo flamante reparto, encabezado por Imelda Staunton como la reina de Inglaterra, en esta nueva encarnación de los personajes de la Familia Real que Peter Morgan creó por primera vez en 2016.
Los nuevos episodios de la exitosa serie de Netflix llegan a la plataforma el 9 de noviembre en medio de gran expectación por la forma en la que se representará en pantalla a la reina Isabel II, especialmente con lo relacionado con los hechos que condujeron a la muerte de Diana.
Los ánimos están caldeados después del fallecimiento de la monarca, lo que ha hecho que muchas voces, desde actores como Judi Dench, a miembros del gobierno británico y de la familia real, se alzaran pidiendo a Netflix que advierta que The Crown es un producto de ficción, y acusando a la serie de "injusta, sensacionalista y cruel".
[Judi Dench acusa a 'The Crown' de "injusta, sensacionalista y cruel"]