Una semana, desde el 23 al 29 de noviembre. Ese es el tiempo que estará en cines Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion antes de su llegada a Netflix el 23 de diciembre. La plataforma de streaming quiere repetir el fenómeno de las últimas navidades con No mires arriba con uno de los proyectos que más han dado que hablar en los despachos de Hollywood en los últimos años: la primera de las dos secuelas que Netflix estrenará con Daniel Craig como Benoit Blanc, un Hercules Poirot del siglo XXI, y Rian Johnson al frente de un nuevo misterio.
La industria del cine reaccionó con sorpresa cuando el pasado año se anunció que el servicio de streaming produciría dos secuelas de Puñales por la espalda a cambio de unos desorbitantes 450 millones de dólares. 300 de ellos se repartirían a partes iguales entre el director Rian Johnson, el productor Ram Bergman y el actor Daniel Craig, los principales artífices de un thriller en clave de comedia (o una comedia en clave de thriller, según se mire) que sorprendió en 2019 superando los 300 millones de dólares a pesar de llegar a los cines sin contar con la base de una propiedad intelectual fenómeno que reina en Hollywood desde que Disney cambiara el paradigma de la industria desde sus diferentes marcas.
El pasado mes de noviembre, Johnson llegó a Madrid acompañado de una espectacular troupe -en la que también estaban Daniel Craig, Janelle Monae, Kate Hudson y Edward Norton- para protagonizar la première hollywoodiense más espectacular de los últimos años en España. “Creo que tomamos la decisión correcta”, sentencia el director antes de apelar a la nostalgia como una de las razones para saltar a Netflix. “Tengo grandes recuerdos de sentarme con mi familia alrededor de la televisión, viendo películas juntos”.
Por primera vez en la historia de la compañía, Netflix ha llegado a un acuerdo con algunas de las grandes cadenas de cines de Estados Unidos para que El misterio de Glass Onion tenga un estreno exclusivo en 600 salas. No está previsto que el servicio de streaming reporte números de taquilla, tal y como ha pasado con todos sus estrenos en cines hasta el momento. Aunque no haya datos, “lo importante es que ellos sepan que la película ha sido un éxito porque eso significará que volverán a hacer lo mismo en el futuro con otros casos”. Johnson, insiste, es un firme defensor de la coexistencia entre cines y plataformas. “Ambas se apoyan mutuamente. Si una película es popular en los cines, lo será aún más cuando esté disponible en Navidad en casa. Esa es mi esperanza”.
El director reconoce que no sabe qué pasará con la industria. “Creo que la realidad es que todos estamos subidos a una avalancha en movimiento. Todo cambia muy rápidamente. Creo que será diferente en un mes. Va a ser diferente en un año, y cuando podamos estrenar la tercera película de Benoit Blanc habrá un panorama completamente diferente. Estamos en un periodo de transición a un nuevo modelo”.
Su última película empieza cuando un gurú de Silicon Valley invita a algunos de sus allegados a una escapada a su isla griega privada. Pronto queda claro que no todo es perfecto en el paraíso. Cuando alguien aparece muerto, Benoit Blanc es el responsable de resolver el misterio. A Johnson no le gusta pensar en estas películas como si fueran parte de una franquicia. Cuando SERIES & MÁS le pregunta si es irónico que una película que fue recibida como algo refrescante y original, aún siendo una inspirada actualización de una vieja fórmula, se haya convertido ahora en una saga para una plataforma de streaming. “Va a parecer que estoy esquivando tu pregunta, pero no pienso en esos términos. Si pensara en Puñales por la espalda como una propiedad intelectual, como una franquicia, me pegaría un tiro en la cara”, bromea.
“La razón por la que estoy emocionado de hacerlas es justo porque no son solo una continuación de la última. Es como los libros de Agatha Christie. Cada historia tiene su propia identidad y es una experiencia completamente independiente. En el momento que Daniel y yo sintamos que nos estamos repitiendo o haciendo más de lo mismo, pararé”, promete.
Quiero que estas películas sean como montañas rusas, no rompecabezas. El objetivo es que cuando la vean no se recuesten pensando en resolverlo, sino que se inclinen hacia adelante y se pregunten qué va a pasar a continuación
“Una razón secreta para hacer estas películas es poder trabajar con un grupo de nuevos actores cada vez”, admite el cineasta. Además de los que pasaron por Madrid, en la película también están nombres como Kathryn Hahn, Leslie Odom Jr., Dave Bautista y Ethan Hawke. Casi nada. “Nunca escribo el guion con actores concretos en mente, excepto en el caso de Daniel Craig. Me he dado cuenta de que no es muy útil porque tiendes a adaptarte a las peculiaridades de esos actores y si luego no puedes conseguir a ese actor en cuestión, es un chasco”. El autor de Looper se niega a confesar qué actores están en su lista de deseos por temor a gafarlo. Después de ver el plantel de actores y cameos, queda claro que pocos actores de Hollywood dirían que no actualmente a la llamada del cineasta.
Entre el nuevo grupo de personajes ideado por Johnson destaca un nombre: Miles Bron, el multimillonario que invita a sus viejos amigos a pasar un fin de semana en Grecia y que interpreta Edward Norton. Quien quiera imaginarse a Jeff Bezos, Elon Musk o Mark Zuckerberg como la verdadera referencia de Bron, es libre de hacerlo, aunque no encontrará respuesta por parte del director y guionista. “Me di cuenta muy pronto de que si me fijaba demasiado específicamente en una sola persona real para escribir ese personaje, se volvía muy aburrido”.
A Johnson le llamaba más la atención el lugar de estos magnates en la sociedad y “cómo todos nosotros tenemos esta extraña relación con ellos donde es casi como si quisiéramos que fueran Willy Wonka. Queremos que tengan todas las respuestas de forma mágica, pero también queremos odiarlos”. Cuando termina El misterio de Glass Onion, queda clara la opinión de su autor sobre estas figuras gracias, por ejemplo, a la aparición en la trama de la mismísima Mona Lisa que pintó Leonardo da Vinci. “Es una forma de ilustrar el carácter de Miles. Para él tener todas estas obras de arte es una cuestión de dinero y de dejar claro que nadie puede tenerlas excepto él”.
Antes de que me diera cuenta, estaba en casa de Lansbury grabándola con mi ordenador. Estoy muy agradecido de haberla conocido y haberle dicho lo que significaba su trabajo para mí
A pesar de que Puñales por la espalda fue vendida como un whodunit moderno, a su director y guionista lo que más le interesa de estas películas es el thriller hitchcockiano. “Es lo que impulsa la película. Quiero que estas películas sean como montañas rusas, no rompecabezas. El objetivo es que cuando la vean no se recuesten pensando en resolverlo, sino que se inclinen hacia adelante y se pregunten qué va a pasar a continuación” explica un director que ya reconstruyó el noir con la película que le abrió las puertas en Hollywood, Brick, una historia de cine negro ambientada en un instituto actual.
Los fans de estas películas pueden respirar tranquilos: aquí también hay un momento de exposición final en el que Blanc explica quién, cómo y por qué ha sucedido un crimen. “Habré hecho bien mi trabajo si la audiencia se está divirtiendo tanto con la película que se olvidan de que también deberían estar resolviendo algo y al final se llevan una sorpresa”. En un momento de la película, uno de los personajes hace una crítica velada a un clásico de los juegos de mesa: el Cluedo. Johnson reconoce, entre risas y temiendo ofender a sus dueños, que le gusta mucho más su adaptación cinematográfica que el juego en sí mismo. “Solo recorres casillas y habitaciones. Está bien, pero no es gran cosa”.
Tras el gran éxito popular y crítico de Puñales por la espalda, numerosas celebrities han accedido a tener divertidos cameos en el nuevo misterio de Blanc. Johnson prefiere que sus identidades se mantengan en secreto, pero la muerte de Angela Lansbury el pasado octubre reveló al mundo su aparición en la película junto a otra leyenda de Broadway, el compositor Stephen Sondheim. “Tal vez fue que a su equipo le gustó la primera película, pero antes de que me diera cuenta, estaba en casa de Angela Lansbury grabándola con mi ordenador. Estoy muy agradecido de haberla conocido y haberle dicho lo que significaba su trabajo para mí”, dice sobre su encuentro con la legendaria protagonista de otro popular whodunit, Se ha escrito un crimen.
Hay un tema que siempre sobrevuela cualquier conversación o entrevista con Rian Johnson: Star Wars. El director reconoce que no hay novedades en ese frente, aunque insiste en que tuvo “la mejor experiencia de mi vida con Los último jedi”, una película polarizantes que para alguno es lo mejor del Star Wars moderno y para otros una traición al lore creado por George Lucas. “Tengo conversaciones continuamente con Kathleen”, reconoce. Su idea quiere seguir explorando, pero por el momento tiene las manos ocupadas con el tercer caso de Benoit Blanc. “No estoy seguro de cuándo pasará, pero espero que no esté muy lejos ese momento”.