Entre todas las propuestas cinematográficas que Netflix tiene planificadas para el mes de junio, una de las más destacadas es Tyler Rake 2, la secuela de acción de una de sus películas más vistas.

Escrita por Joe Russo y dirigida por Sam Hargrave, se sitúa justo después de que Rake sobreviva (a duras penas) a todo lo que le sucede en la primera película.

El protagonista regresa como mercenario australiano de operaciones encubiertas al que se le encomienda otra misión suicida: rescatar a la maltrecha familia de un despiadado gángster georgiano de la prisión donde se encuentra recluida.

Con motivo del estreno del largometraje, Sam Hargrave y Golshifteh Farahani vinieron a España y SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con ellos sobre el rodaje y el equilibrio que establece la película entre la acción y su lado más emocional. 

Las escenas de acción

Para Sam Hargrave, rodar las secuencias de acción de Tyler Rake 2 ha sido casi como "magia" y también "uno de los retos más importantes". "En esta película no sólo ya conocemos a los personajes, sino que además es una película larga de acción, y que tiene muchas escenas de acción. Y parte del secreto es simplemente conseguir contratar a los mejores [para hacerlas], porque no todas las ideas son mías".

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"Lo que yo hago es como el comisario de una exposición, ir seleccionando todas las ideas que me va trayendo la gente del equipo. Al final es como si fuese un cocinero que va seleccionando los ingredientes que me parece que son los más adecuados", explicó el cineasta, que también fue doble de acción de Chris Evans.

El increíble plano secuencia

Uno de los principales atractivos que tiene Tyler Rake 2 y que le hace adquirir un valor añadido con respecto a su predecesora es el llamativo y ambicioso plano secuencia que se incluye al principio del largometraje. 

Sobre el proceso de rodaje de esta parte, Sam Hargrave reconoció que fue "un reto" y una escena muy ambiciosa". "Lo que ocurrió es que nos pusimos el listón muy arriba porque no sabíamos que iba a haber una segunda película. Y, de repente, cuando la respuesta del público fue tan buena, dijimos 'madre mía, a ver qué hacemos ahora'. Queríamos hacer algo más grande, más emocionante", explicó.

"Y lo que tratamos de hacer es que no sean simplemente escenas de acción, sino que haya momentos del personaje en el que recordemos sus emociones y podamos crear ese vínculo con el actor en cada momento. Y, además, había muchísimos puntos de vista que mostrar en esa escena. Pretendíamos que, siguiendo a distintos personajes, a la familia, a él, a ella, a todos un poquito y sin cortar, que se viese un poquito qué es lo que le estaba ocurriendo a ese personaje en ese momento", detalló el director.

Inspiradora heroína de acción

"Después de esta película, voy a poder ir a todos los otros proyectos y decirles 'oye, mirad lo que hice'", presume Golshifteh Farahani (Paterson), una actriz y valiente activista iraní a la que no le hace falta destacar solo esta película de entre su galardonada carrera como intérprete.

"Cuando dejé Irán, empecé a hacer un montón de papeles de mujeres emancipadas, mujeres que querían libertad o ser libres. Y ahora, de repente, estoy haciendo un montón de papeles en los que las mujeres son asesinas y luchan. Y no solamente aquí. Es un poco el destino. No sé si somos nosotros los que elegimos los papeles o los papeles nos eligen a nosotros, pero como decían en el equipo de especialistas: tengo potencial para ser una actriz de acción", declaraba firmemente Farahani.

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"Una periodista me dijo que cuando era pequeña y veía películas como Rambo, quería ser como esos personajes. Y que ahora de repente las niñas tengan a Nik y puedan querer ser como ella... Cada vez hay más personajes femeninos y que te permiten identificarte con ellos. Y ahora con este tipo de papeles, tenemos a niñas que pueden querer ser como estos personajes que luchan tanto como ellas", añadió entusiasmada.

Diferentes lugares de rodaje

"El cine es cine, ya sea en Irán, en la India, en Francia o en Netflix. Al final, cambias de plataforma, pero el arte sigue siendo arte. Y ahora, por ejemplo, que hablamos de Netflix, tampoco podemos decir es Hollywood, porque no lo es, ni tampoco es América o Estados Unidos", identificó Golshifteh Farahani sobre la manera en la que el cine se ha globalizado.

"De hecho, incluso con Netflix, podríamos plantearnos si Hollywood sigue existiendo, porque ahora todo son producciones cosmopolitas. En este caso [de Tyler Rake 2], había muchos más extranjeros que gente que viniese de Estados Unidos, y creo que son los que nos unen un poco más".

"La diferencia entre rodar en Irán es que un régimen totalitario y en otros lugares es que, como en este caso, el arte lo haces por el arte. Cuando ruedas en uno de esos países, en Irán, por ejemplo, el arte es existencial, es decir, sobrevives a través de él. Creo que esa es la mayor diferencia cuando haces cine en otros países comparados con el mundo 'libre', que en esos casos el arte es como el oxígeno que necesitas para poder existir. Y en otros casos, el arte es simplemente una tarea artística", señaló la actriz.

Secretos del cine de acción

"Creo que, en parte, la belleza y el atractivo de las películas de acción reside en que es un lenguaje universal en distintas partes del mundo", observó Sam Hargrave. "Al final, si ves a un tío con un gorro rojo que le está pegando a un tío de un gorro blanco, pues sabes que es el malo, el bien contra el mal y ya está. Pero al mismo tiempo, también es verdad que los héroes son tan fuertes como lo son sus villanos", continuó.

"Tenemos ejemplos como Batman o John Wick, que necesitan esos villanos para hacerse más fuertes y crecer y desarrollarse. Con respecto a este aspecto global, es verdad que ahora lo que nos brinda es la oportunidad de poder sacar a estos villanos de lugares inesperados. Cualquiera puede ser el malo. Y al mismo tiempo, los héroes ya no son perfectos, sino que tienen fallos y conflictos internos".

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"En este caso, hemos visto que Tyler Rake no hace algo cosas que haría un héroe normal, un héroe clásico. Una persona normal no dejaría a su hijo moribundo para irse a hacer otra cosa, pero él lo hizo y ahora tiene que buscar esa redención. Y además, al haber hecho eso, también es más fácil sentirse cercano o identificado con él. Al final, Tyler Rake es un poco el héroe y el villano de su propia historia", observó el director.

También hay un lado emocional

Aunque en Tyler Rake 2 predomina la acción, también habrá espacio para ahondar en el bagaje emocional de los personajes. Esto es algo que tuvieron en cuenta los creadores de la primera película cuando supieron que tendría una secuela.

"Éramos muy sensibles a este aspecto. En la primera película teníamos toda la cantidad de emoción como para que la gente a la que no le interesaba tanto la acción se mantuviese un poco involucrada y atenta a la película", recordó Sam Hargrave.

"Pero esto es un aspecto creativo. Yo quería conseguir [tener] las dos cosas y creo que es posible brindarle ambas cosas al público, esa parte de acción y de emoción. Las películas con las que yo me he criado ofrecían eso, no hace falta que sea solamente pura acción. Se pueden incluir las dos cosas".

"Lo que queríamos como creadores era intentar encontrar ese equilibrio. De esta forma, si no eres fan de las películas de acción, puedes disfrutar un poco del hilo y de toda esa historia que hay detrás. Y si eres súper fan de las películas de acción, puedes disfrutar de todo el espectáculo", concluyó el cineasta.