En Joan es horrible, episodio de la temporada 6 de Black Mirror, una mujer corriente ve cómo su vida se convierte en una serie para cuya adaptación no ha dado su consentimiento. Ahora, varios usuarios de Netflix en el Reino Unido se están convirtiendo en los protagonistas de una campaña publicitaria que está utilizando su imagen, tal como advertían los términos y condiciones de Streamberry, la parodia de Netflix que aparecía en el episodio, y que la plataforma lanzó como un sitio web para promocionar la serie.
La página de Streamberry se lanzó unos días después del estreno de la serie y los usuarios podían registrarse y subir una fotografía que les daba como resultado un cartel personalizado, como el del episodio, con su "nombre es horrible" y su rostro, para compartir en redes sociales.
Netflix replicó la experiencia para el usuario con mucho sentido del humor, pero también lo más realista posible, y por eso incluye un enlace a un documento legal de nueve páginas, al marcar la casilla "He leído y acepto los términos de servicio y acuerdo de privacidad" cuando el usuario sube su fotografía.
Quienes hayan visto el episodio entenderán la importancia de leer atentamente estos documentos antes de aceptar sus condiciones. En la página 5 del extenso PDF que ha colgado Netflix, hay un párrafo que resume y captura bien el espíritu de lo descuidados que somos al aceptar estos términos sin leerlos previamente:
Términos y condiciones de Streamberry
"Al interactuar con esta Experiencia, usted concede a la entidad Netflix que le proporciona esta Experiencia, a sus filiales y respectivos sucesores y cesionarios y a cualquier persona autorizada por cualquiera de ellos (colectivamente, "Netflix"), el derecho irrevocable, perpetuo, mundial y no exclusivo de grabarle, representarle y/o retratarle y utilizar, y conceder a otros el derecho, pero no la obligación, de grabarle, representarle y/o retratarle y utilizar su imagen real o simulada, nombre, fotografía, voz, acciones, etc. en relación con el desarrollo, producción, distribución, explotación, publicidad, promoción y publicidad de esta Experiencia, en todos los medios, en todos los medios de comunicación, conocidos en la actualidad o concebidos en el futuro, y en todos los idiomas, formatos, versiones y formas relacionadas con dicha Experiencia, sin compensación alguna para usted u otra persona.
Experiencia sin compensación para usted o cualquier otro individuo, a menos que lo prohíba la ley".
Es una campaña promocional divertida, que encaja con el espíritu más informal de la plataforma, pero que sobre todo nos recuerda lo más cerca que estamos cada día de que la vida real se convierta en un episodio de Black Mirror, algo de lo que no dejan de salir pruebas, como la aplicación Replika, inspirada en el episodio Vuelvo enseguida de la segunda temporada de la serie de Charlie Brooker.
Los usuarios que han visto sus fotografías en las vallas han compartido rápidamente las imágenes en sus redes sociales, otros se han enterado al ver las publicaciones de la cuenta oficial de Black Mirror en Twitter. Por ahora la campaña parece estar limitada al Reino Unido, pero si aceptasteis los términos y condiciones de Streamberry, no os sorprendáis si dentro de unos días os encontráis en una valla o una marquesina del metro.