Desde su estreno el 17 de octubre, el documental Juicio por el diablo se ha posicionado entre las películas más vistas de Netflix esta semana. El caso que explora tiene dos alicientes para llamar la atención del espectador: fue la única vez en toda la historia del sistema judicial de Estados Unidos que se usó la posesión demoníaca como defensa en un juicio, y es la historia real que inspiró la tercera parte de la franquicia Expediente Warren: Obligado por el demonio.
El juicio, que tuvo lugar en 1981 en Brookfield, Connecticut, se conoció como el caso "El diablo me obligó a hacerlo" y atrajo la atención nacional cuando el acusado Arne Cheyenne Johnson, de 19 años, intentó negar su responsabilidad en el asesinato de su casero, Alan Bono, alegando que había sido poseído para cometer el crimen.
El documental analiza esta estrategia legal sin precedentes e incorpora relatos de primera mano y nuevas grabaciones y fotografías de esta supuesta posesión demoníaca, así como recreaciones y entrevistas con Johnson y sus familiares: David, Alan y Carl Glatzel.
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"Hay gente que miente", dijo el director Chris Holt a Netflix. "Pero me senté con David y Arne y Alan y Carl, durante horas y horas, y sus historias nunca cambiaron. Creo que me decían la verdad, sin embargo, se trataba de sus interpretaciones de la verdad, no de hechos concretos. Pero ellos creían que lo que decían era verdad".
El caso "El diablo me obligó a hacerlo"
El 24 de noviembre de 1981, Arne Cheyenne Johnson, de 19 años, fue condenado por homicidio en primer grado al asesinar a su casero y vecino, Alan Bono. Johnson afirmó que estaba poseído por un demonio en el momento de los hechos, por lo que él no había cometido el asesinato.
El caso se convirtió rápidamente en objeto de controversia y fascinación desde que saltó a las noticias nacionales de Estados Unidos. Según explicaron en su momento, el encuentro de Johnson con el demonio comenzó meses antes del crimen, cuando el hermano de once años de su novia, David Glatzel, se encontró con una figura espectral que se cernía a los pies de su cama y empezó a mostrar signos reveladores de posesión demoníaca.
Según el testimonio de la familia Glatzel, David, de 11 años, presuntamente había sido anfitrión del demonio que forzó a Johnson a matar a Bono. Parecía el diablo de un disfraz de Halloween", dice el niño en el documental. "Sus ojos eran negros, negros sólidos, como un trozo de carbón, y me asustó".
Después de presenciar una serie creciente de situaciones sin explicación aparente que implicaban a David, la familia, agotada y aterrorizada, decidió pedir la ayuda de los demonólogos Ed y Lorraine Warren (famosos por su investigación en el conocido caso del Terror de Amityville) en un último esfuerzo por salvar a David.
La familia Glatzel, junto con los Warren, procedieron a realizar el exorcismo del niño con sacerdotes católicos. El proceso continuó varios días, y concluyó cuando, según los presentes, un demonio huyó del cuerpo del niño y poseyó el cuerpo de Johnson.
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El juicio
Meses más tarde, Johnson mató a su casero durante una discusión. Su abogado argumentó ante el tribunal que estaba poseído, pero el juez ordenó que tal defensa nunca podría ser probada y era, por tanto, inviable en un tribunal de ley.
Una vez que el juez descartó todas las pruebas relacionadas con la posesión, a la defensa le resultó cada vez más difícil argumentar el caso, entre otras cosas, porque las hermanas de Johnson habían estado en la escena del crimen cuando ocurrió, y habían firmado declaraciones policiales diciendo que habían visto a Johnson apuñalar a Bono, que recibió cuatro puñaladas.
La condena
Al final, Johnson cambió de estrategia y declaró que había actuado en defensa propia, optando por un cargo de homicidio involuntario en lugar de asesinato en primer grado. Finalmente, el jurado falló a su favor, acusándole de homicidio en primer grado. Fue condenado a entre 10 y 20 años en una prisión de máxima seguridad.
En 1985, Arne Johnson y Debbie Glatzel se casaron en prisión. Arne fue liberado un año después, tras haber cumplido cinco años, por buena conducta. La pareja permaneció unida hasta la muerte de Debbie en 2021.
A día de hoy, Johnson sigue manteniendo su inocencia. "Nunca he hecho daño a nadie", dice en el documental. "'Es imposible que yo haya hecho esto. Tienen a la persona equivocada'". El detective que procesó a Johnson tras el apuñalamiento dijo que parecía no recordar nada del asesinato.
Relación con la franquicia 'Expediente Warren'
Tras el juicio, Ed y Lorraine Warren contrataron al autor Gerald Brittle para que escribiera la historia de David Glatzel y Arne Johnson. Ese libro se convirtió en 1983 en El diablo en Connecticut, que a su vez inspiró la película de 2021 Expediente Warren: El diablo me obligó a hacerlo. La familia Glatzel recibió 4.500 dólares por vender su historia. Los Warren recibieron más de 81.000 dólares.
"Lorraine me dijo que iba a ser un niño rico por tener este acuerdo de libro", dice David en el documental. "Y era mentira. Los Warren ganaron mucho dinero con nosotros. Si pueden beneficiarse de ti, lo harán".
'Juicio por el diablo' está disponible en Netflix.