En el episodio Dos fotografías, el segundo de la sexta temporada de The Crown, la serie hace énfasis en el poder que tienen las imágenes para cambiar la percepción del público. Aunque el título se refiere al contraste entre la fotografía robada del romance entre Diana de Gales y Dodi Al-Fayed y la bucólica sesión organizada en Balmoral del príncipe Carlos con sus hijos, las otras dos fotografías en contraposición son las de Diana en el yate y las de su visita humanitaria a Bosnia, que quedó eclipsada por la prensa del corazón.
Ambos hechos coincidieron en la realidad. Diana viajó a Dobrinja (Bosnia-Herzegovina) el 9 de agosto para reunirse con un grupo de víctimas de las minas terrestres y las portadas de los periódicos con la fotografía del que fue llamado "beso del siglo" se publicaron el 10 de agosto.
A pesar del irrespeto que constituyó ese hecho, la serie hizo bien en destacar la labor humanitaria de la princesa, porque ese escándalo no menoscabó en ninguna medida su labor y la importancia que tuvo su apoyo en la firma del tratado de prohibición meses después de su muerte.
La visita a Bosnia formaba parte de la campaña de la princesa contra las minas antipersonas, en la que Diana colaboraba con organizaciones benéficas y grupos de apoyo a las víctimas, un proceso de visibilización que había comenzado en enero de 1997.
Los vídeos y fotografías de la princesa caminando por campo de minas en Angola el 13 de enero son unas de las imágenes más famosas de la que es considerad una de las mujeres más fotografiadas del mundo.
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El paseo por campo de minas antipersona
Diana llegó a Angola para ayudar a la Cruz Roja en su campaña internacional de prohibición de las minas terrestres antipersonas. Angola, asolada por décadas de guerra, sufría entonces el mayor índice de víctimas causadas por las minas terrestres que quedaban en la tierra.
Aunque Diana dedicó su tiempo a muchas causas benéficas, esta es una de las causas humanitarias con las que está más estrechamente relacionada. El viaje de la princesa a Angola, al igual que su visita a Bosnia ese mismo año, contribuyó a sensibilizar a la opinión pública internacional sobre un problema que merecía la atención de todos.
Diana puso de relieve la devastación causada por las minas terrestres y los restos de explosivos que quedan tras las guerras, y el impacto que tiene en las comunidades, en los hombres, mujeres y niños que resultan heridos, muertos o desplazados por los escombros que quedan rodeando sus hogares y otras zonas civiles.
Como explica The HALO Trust en su sitio web (fue uno de los campos de minas del Trust el que Diana atravesó durante su viaje a Angola), "poco después de su visita, se firmó el Tratado de Ottawa para la Prohibición de Minas, en el que se pedía a todos los países que se unieran para librar al mundo de las minas terrestres".
"Diana no sólo iba por ahí vestida con pantalones y un chaleco antibalas, en lugar de vestida de princesa, sino que también había un fuerte elemento político en la historia", explica la historiadora Sarah Gristwood en BBC.
"Evidentemente, nadie estaba a favor de las minas terrestres, pero el gobierno conservador no había presentado este tipo de prohibición clara y sencilla que Diana estaba promoviendo, mientras que había sido una política de la oposición de Tony Blair. Normalmente, la familia real no se habría involucrado en causas políticamente controvertidas como ésa", afirmó Gristwood.
El Tratado de Ottawa o la Convención sobre la prohibición de minas antipersonas, formalmente denominada Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonas y sobre su destrucción, fue depositada el 5 de diciembre del mismo año en Nueva York ante el secretario General de las Naciones Unidas. Entró en vigor el 1 de marzo de 1999.
El príncipe Harry sigue sus pasos
Veintidós años después del paseo por el campo de minas de la Princesa, su hijo menor, el príncipe Harry siguió los mismos pasos que recorrió su madre en 1997.
Durante una visita a Angola en 2019, el príncipe Harry visitó un campo de minas angoleño parcialmente despejado. "Las minas terrestres son una cicatriz no curada de la guerra. Al limpiar las minas terrestres, podemos ayudar a esta comunidad a encontrar la paz. Podemos proteger la fauna diversa y única que depende del hermoso río Cuito", dijo entonces.
El Duque de Sussex también ha apoyado públicamente Landmine Free 2025, una campaña para cumplir el Tratado de Ottawa de 1997 sobre la prohibición de minas antipersona.