El 8 de noviembre de 2010, el servicio de emergencias de Markham (Canadá) recibió una llamada desde una casa familiar en un tranquilo barrio residencial. Al habla estaba Jennifer Pan, una joven que informó que unos hombres armados irrumpieron en la casa, la ataron, dispararon a sus padres y huyeron del lugar. Ese es el punto de partida de Qué hizo Jennifer, el true crime que ocupa el número uno de lo más visto en Netflix.
Este violento crimen conmocionó a la tranquila ciudad canadiense que no podía entender por qué unos intrusos irrumpirían en la casa de estos inmigrantes vietnamitas; una familia que describían los vecinos como "hospitalaria, generosa y trabajadora", para asesinar a la madre, dejar al padre en coma y a la hija traumatizada como única testigo.
Aunque al principio se pensó que los Pan habían sido atacados al azar en el fatal allanamiento de morada, los detectives empezaron a sospechar de Jennifer, la hija, a medida que surgían más detalles y tras ver las imágenes de la cámara de seguridad de un vecino, en las que se veía a tres hombres entrando en la casa la noche de los hechos sin signos de haber forzado la entrada.
¿Qué hiciste, Jennifer?
Pan vivía en la casa familiar. Su padre quería que fuera farmacéutica, mientras que su madre soñaba con que se convirtiera en pianista profesional, pues fue una estrella galardonada en su infancia.
En lugar de eso, y con ansiedad por las expectativas en torno a su futuro, fingió cursar una licenciatura en la Universidad Ryerson y se dedicó a salir con Daniel Wong, un traficante de drogas con antecedentes penales. Cuando sus padres descubrieron sus mentiras le prohibieron seguir viendo a Wong.
Fue entonces cuando, según concluyeron las investigaciones, Jennifer le pidió a su novio que le ayudara a organizar un complot para asesinar a sus padres. Pero hay mucho más detrás.
De pianista estrella a prisión
Este largometraje documental de la directora Jenny Popplewell (El caso Watts: El padre homicida) utiliza imágenes de los interrogatorios policiales y testimonios de los implicados para desentrañar una red de complejidades que nadie vio venir.
Examina cómo Pan pasó de ser una pianista estrella de niña y una hija perfecta a ser condenada por asesinato en primer grado, basándose en mensajes de texto incriminatorios y entrevistas con detectives implicados en el caso.
Y también explora la existencia de algún problema de salud mental no diagnosticado. Tras su detención, la policía encontró entradas en un diario de Jennifer Pan en las que decía estar tan deprimida que empezó a autolesionarse.
Dijo a la policía que había contratado a los sicarios para que la mataran a ella. "Necesitaba que me mataran", dice en las imágenes de su interrogatorio por un detective. "No quería seguir viviendo... porque era una gran decepción".