Conocida por ser la reina de los chismes, Lady Whistledown está al corriente de todo lo que ocurre en la alta sociedad. El alter ego de Penelope Featherington (Nicola Coughlan) es la autora de la columna de cotilleos más leída -y también la única que hay- y aunque sea odiada por muchos, todos los personajes de Los Bridgerton reconocen que pueden parar de leer cada una de sus publicaciones.
Desde la primera temporada, la serie de Netflix basada en la saga de Julia Quinn tenía como narradora a Whistledown. En los primeros episodios, ayudó a Daphne Bridgerton (a veces sin saberlo) con su futuro matrimonio con el Duque de Hastings y los espectadores conocimos su verdadera identidad cuando se reveló en el episodio final.
Después, en la segunda entrega, conocimos un poco más de la historia de Penelope, que intentaba proteger su anonimato como Lady Whistledown mientras se conformaba con ser la amiga de Colin Bridgerton (Luke Newton).
Finalmente, la serie le dedica su tercera temporada al que parece ser uno de los personajes más interesantes de la historia, y obliga a Penelope a elegir entre su amor por Colin y su identidad secreta como Lady Whistledown. Un alter ego que pudo estar basado en una persona real: la conocida como Female Tatler o Sra. Crackenthorpe, "una señorita que lo sabe todo".
El origen de Lady Whistledown
Creada casi un siglo antes de la época en la que se sitúa Los Bridgerton -que se desarrolla durante la era de la Regencia de Inglaterra-, la Sra. Crackenthorpe comenzó con sus publicaciones a principios del siglo XVIII.
Así lo explica la historiadora Catherine Curzon, contando que la Sra. Crackenthorpe escribió de forma anónima una columna titulada Female Tatler entre 1709 y 1710. A través de unas declaraciones recopiladas por Town & Country, Curzon explicó que la columna de la Sra. Crackenthorpe era "una joya satírica, destacable por estar destinada a un público femenino y por tener el objetivo principal de educar, a menudo a través de una observación aguda, pero también con un buen ojo para los cotilleos".
Por otro lado, también pudo servir como fuente de inspiración para la serie la revista Town and Country, publicada 1769 a 1796. "Contenía la columna Tête-à-Tête, una de las primeras de lo que después se conocería como columnas de cotilleos", cuenta Curzon. Al igual que Lady Whistledown en la serie, la columna de chismes de esta revista utilizaba con frecuencia formas ingeniosas para aludir a figuras de la sociedad con pistas para que el lector las descifrara. Y, al igual que en Los Bridgerton, nadie estaba a salvo de aparecer en los textos.