Aunque no pudiera competir con Coco, el fenómeno de aquel 2017, ese año se estrenó otra película que también fue candidata al Oscar. Ahora, siete años después de su lanzamiento en cines, Ferdinand se ha convertido en uno de los títulos más vistos del catálogo de Netflix. Ni más ni menos que en hasta 65 países, entre los que se encuentra España.
Como su propio nombre indica, la película sigue a Ferdinand, un novillo muy tranquilo que prefiere sentarse bajo un árbol a oler las flores que saltar, resoplar y embestirse con otros toros. A medida que va creciendo y haciéndose fuerte, su temperamento no cambia y sigue siendo un toro manso.
Sin embargo, un día, unos hombres que vienen buscando al toro más grande, rápido y bravo acaban eligiendo a Ferdinand equivocadamente para las corridas de toros de Madrid.
Distribuida por 20th Century Fox y producida por su división Blue Sky Studios, la compañía a cargo de otros éxitos como la saga Ice Age, a Ferdinand le fue ciertamente bien en taquilla y recibió buenas críticas, aunque no fuera tan trascendental como Coco, de Disney y Pixar.
Además, el largometraje dirigido por Carlos Saldanha (Ice Age) llegó a ser nominado a Mejor Película de animación tanto en los Premios Oscar como en los Globos de Oro, aunque perdiera ante Coco en ambos casos.
Para llevar a cabo el proceso de producción de la película, su director fue a la plaza de toros de Las Ventas. “Fui a ver la ceremonia inaugural y entrevisté a los toreros”, recordaba Saldanha en una entrevista. “Quería captar el ambiente. También era importante ver parte de las corridas de toros, pero no pude quedarme sentado durante todo el evento”.
El cineasta no es fan de las corridas de toros, pero sí que cuenta que el hecho de asistir a una le ayudó a entrar en la mentalidad de Ferdinand, ya que al toro tampoco le gusta pelear. Después de aquello, Saldanha también fue al campo, donde Ferdinand vive como un toro joven en la película, explorando algunas zonas del sur de España como Córdoba, Sevilla, Ronda o Consuegra.
“Quería capturar los colores y la esencia… los olivos, las montañas, los tonos marrones y el cielo azul”, explicaba. “Usamos el rojo para cosas muy específicas: la capa del torero y la flor de Ferdinand, los dos elementos con mayor contraste y más cercanos a Ferdinand en la historia”.