Está basada en hechos reales y es la película más vista en Netflix: una casa encantada y posesiones demoníacas

Las casas encantadas son uno de los escenarios por excelencia que más predominan en el género de terror. En ellas transcurren algunas de las historias de miedo más escalofriantes y también la trama principal de La liberación, la última película que se ha colado entre lo más visto del catálogo de Netflix. Puede que haya generado interés gracias a su director, a su reparto o al hecho de que esté basada en una historia real.

Desde prácticamente el primer minuto, el largometraje nos adelanta que está inspirado en hechos reales y, aunque ya tuviera nuestra atención desde un inicio, puede que esto genere incluso más curiosidad hacia la trama y que queramos saber más acerca de lo que le sucedió a la familia real a la que le ocurrió lo que estamos a punto de ver en la película.

O puede que nos quedemos por el mero hecho de querer averiguar hasta qué punto la película ha narrado los sucesos de la vida real o si se toma libertades creativas para dramatizar lo sucedido.

Dirigida por Lee Daniels -al que algunos conocerán por su película Precious, con la que ganó hasta 2 premios Oscar-, La liberación está protagonizada por Andra Day, Glenn Close, Caleb McLaughlin, Anthony B. Jenkins y Aunjanue Ellis-Taylor.

Y aunque bien es cierto que no ha sido del todo bien recibida por la crítica en general, también hay que reconocer la labor del filme por generar la suficiente intriga por sus protagonistas. Después de ver la película, resulta difícil creer que los fenómenos paranormales pudieran haber ocurrido, pero lo cierto es que el caso real en el que se inspira es bastante sorprendente.

El caso real de los Ammons

La liberación está inspirada en el caso real de la familia Ammons, cuya casa estaba supuestamente embrujada por más de 200 demonios. Al igual que ocurre con la protagonista, una madre soltera con dificultades, los Ammons se mudaron a una nueva casa en noviembre de 2011.

Según las declaraciones de la familia, no pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a notar el sonido y la presencia de grandes enjambres de moscas negras en su porche. No importaba lo que hicieran para deshacerse de ellas, porque seguían volviendo. Y estas extrañas apariciones fueron a más, porque la familia también empezó a escuchar crujidos y ruidos extraños en su sótano.

Entre los testimonios más sonados, la madre de Latoya Ammons, Rosa Campbell, llegó a afirmar que una vez vio una figura oscura en la cocina y que incluso una fuerza invisible la intentó asfixiar. También destacan otros relatos de la familia, como los de los niños, que también experimentaron fenómenos muy perturbadores, como que uno de ellos fuera arrojado al otro lado de la habitación por algo o alguien, o que encontrasen a otro levitando sobre su cama.

Sin embargo, al igual que se muestra en La liberación, el Departamento de Servicios Sociales no creyó estas afirmaciones, que también llegaron a los principales medios de comunicación. Esto llevó a la familia a tener que ponerse en contacto con expertos en fenómenos paranormales como, que llegaron a afirmar que su casa estaba embrujada por más de 200 demonios.

Lo que dijeron los expertos

La familia Jackson en 'La liberación' Netflix

Aunque muchos creían que la casa de esa familia estaba realmente embrujada, las afirmaciones de Latoya Ammons, la madre de esta familia, también despertaron un inmenso escepticismo en la sociedad. Entre ellos, el del investigador paranormal Joe Nickell, que investigó el caso e incluso entrevistó a varios testigos antes de concluir que varios aspectos del mismo eran incorrectos, se habían exagerado o no estaban probados.

En su investigación, Joe Nickell también mencionó que una psicóloga llamada Tracy Wright entrevistó al hijo menor y que según ella, el joven solo "actuaba como si estuviera poseído" cada vez que lo interrogaban y que incluso evitó responder a varias preguntas sobre las experiencias paranormales de la familia.

Qué ocurrió al final

Glenn Close en una escena de la película. Netflix

Después de vivir en la casa durante poco más de seis meses, desde noviembre de 2011 hasta mayo de 2012, la familia Ammons se mudó a Indianápolis. Tal y como se muestra en el final de La liberación, Latoya Ammons perdió la custodia de sus hijos cuando fue denunciada al Departamento de Protección Infantil. Sin embargo, acabó recuperando la custodia en noviembre de 2012. 

Según The Hollywood Reporter, durante la fase de producción de la película, el director Lee Daniels también conoció a Latoya Ammons. Dijo que la película era solo una interpretación de su historia y que tanto ella como su familia "estaban en paz".