Apenas acaba de comenzar el mes de octubre, pero las plataformas ya tienen preparados algunos grandes estrenos para la primera semana. Entre ellos destaca el regreso de uno de los mayores fenómenos del cine español, la secuela de una película que sigue siendo una de las más vistas en Netflix.
El hoyo es una de las películas españolas más populares de la historia de la plataforma y sigue ocupando el quinto lugar en la categoría de películas de habla no inglesa con 82,8 millones de visualizaciones. Cinco años después de su estreno acaba de llegar su segunda entrega, que está protagonizada por Milena Smit y Hovik Keuchkerian.
En ella vemos lo que ocurre cuando un líder misterioso impone su ley en el Hoyo y una nueva inquilina se implica en la batalla contra este controvertido método para luchar contra el brutal sistema de alimentación. Pero cuando alimentarte del plato equivocado se convierte en una sentencia de muerte, ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar para salvar tu vida?
Junto a Smit y Keuchkerian, completan el reparto Natalia Tena (Juego de Tronos) y Óscar Jaenada (Luis Miguel: La serie). La película está dirigida por Galder Gaztelu-Urrutia, que también dirigió la primera parte, y producida por Carlos Juárez, Galder Gaztelu-Urrutia y Raquel Perea, del equipo de Basque Films.
La trayectoria de 'El hoyo'
Proyectada por primera vez en el Festival de Toronto en el año 2019, donde ganó el premio del público, El hoyo aterrizó después en Netflix como una gran apuesta para ampliar el contenido y como una película con potencial para conquistar a la audiencia. Antes de que terminara el festival, la plataforma ya la había comprado. Y el resto es historia.
Aunque su paso por cines no tuvo el impacto deseado, El hoyo terminó encontrando su lugar a través del streaming y llegó en un momento crucial para el consumo de contenido: el confinamiento. La gente estaba encerrada en casa y esta fue una de las mejores opciones que encontraron en el catálogo para abstraerse del mundo real -aunque el que se pintara en pantalla no fuera más agradable-.
Poco a poco, el boca a oreja acabó animando a la gente a verla y terminó convirtiéndose en lo más visto. La primera parte presenta una especie de cárcel dividida en niveles que sólo tienen dos habitantes. Cada día una plataforma llena de comida baja y se queda dos minutos en cada nivel.
Las personas de cada nivel deberán decidir lo que comen y lo que hacen con la restante, que bajará al siguiente nivel. Una crítica al capitalismo y a la sociedad feroz y una propuesta original que acaba de regresar con su continuación.