Publicada
Actualizada

En el año 1592, el rey Seonjo abandona la capital huyendo del avance del ejército japonés. Tras él, el palacio arde en llamas, encendido como la ira de su pueblo. En medio de este caos, Jong Ryeo, hijo de la familia guerrera de más alto rango de Joseon, y su sirviente Cheon Yeong, que crecieron juntos durante los caóticos años de la invasión japonesa, se reencuentran años después, esta vez como adversarios. Así comienza el épico drama histórico Invasión, insurrección, uno de los estrenos más recientes de Netflix, que acaba de entrar en la lista de los más vistos de la semana.

Dirigido por Kim Sang-man y escrito por Park Chan-wook (Oldboy, Decision to Leave), uno de los cineastas más populares de Corea del Sur y en el panorama internacional, esta película nos brinda un verdadero espectáculo visual digno del mejor cine de acción. Con el caos de la guerra como telón de fondo, Invasión, insurrección narra la apasionante historia de dos amigos de la infancia que de forma irremediable acaban convirtiéndose en enemigos.

Con este largometraje, el público a viajará en el tiempo a la era de la dinastía Joseon, el último período imperial de la historia de Corea. A lo largo de su metraje, analiza cómo el caos de la guerra acaba afectando a la relación personal entre los protagonistas, y ya ha sido descrita por medios como "una experiencia que vale la pena" (Ready Steady Cut) o "una lucha con espadas bien escenificada" (South China Morning Post).

Más allá de la sinopsis

'Invasión, insurrección'

En la historia de Invasión, insurrección conocemos a dos personajes principales. Por un lado está Cheon-yeong (Gang Dong-won), un hombre que ha luchado toda su vida para huir de la esclavitud y que decide empuñar la espada con la esperanza de ser liberado a cambio del excepcional servicio que prestó a su país.

Y al otro lado de la pirámide social está Jong-ryeo (Park Jeong-min), que aunque es hijo único y pertenece a la familia de militares más prestigiosa de la dinastía Joseon, se esfuerza para mejorar su habilidad con la espada. Siempre ha sido amigo de Cheon-yeong y, cuando este supera la prueba de aptitudes militar en su lugar, Jong-ryeo intenta convencer a su padre de que lo libere. Sin embargo, no lo consigue, y esto enciende la chispa de un incendio que será muy difícil de extinguir.

Cuando estalla la guerra con Japón, Cheon-yeong logra escapar y se alista en el ejército en medio del caos. También, en este mismo contexto, Jong-ryeo cree que quien había sido su amigo mató a su familia al huir. Aunque no haya sido así.

Siete años después de un conflicto cruel y sangriento, Cheon-yeong consigue ascender hasta lo más alto del ecuánime ejército gracias a su coraje como militar, mientras que Jong-ryeo regresa a la capital, Hanyang, para vengar a su familia.

Ahora, en una devastada Joseon, dos hombres -uno del lado del pueblo y el otro de la realeza- blanden sus espadas y se enfrentan como adversarios.

El trasfondo histórico real

Aunque todos los coreanos aprendan y estudien todos los detalles que rodean al estallido y desarrollo de la Guerra Imjin en la escuela, este conocimiento no suele trascender más allá de las fronteras del continente asiático. Incluso a pesar de lo trascendental que fue para Corea y Japón.

Fotograma de 'Invasión, insurrección'

"La Guerra Imjin todavía afecta a la forma en que los coreanos se perciben a sí mismos, así como a Japón y su gente”, contaba el profesor Nam-lin Hur, que imparte historia de Japón y la Corea de la era Joseon, y relaciones coreano-japonesas en la Universidad de Columbia.

En 1592, la zona de Asia Oriental se vio sumida en una cruenta guerra cuando el régimen japonés de Hideyoshi decidió invadir Corea, puede que con la intención de conquistar China. En ese contexto, la península de Corea estaba controlada por la dinastía Joseon, cuyo poder se extendió desde 1392 hasta 1910, dando pie a importantes desarrollos culturales como la invención del alfabeto fonético coreano, en 1443.

Entre otras cosas, la película Invasión, insurrección tiene como núcleo temático las diferencias abismales que había entre clases sociales y cómo estas se agravaron durante la guerra. Y también aprovecha este contexto histórico y la historia de estos dos amigos para mostrar que las guerras son catástrofes que se deberían poder evitar y donde, en realidad, no hay vencedores.