Unos años después de darse a conocer delante de las cámaras como actor, el actor ganador del Goya Mario Casas se animó recientemente a dirigir su primera película. Se titula Mi soledad tiene alas y cuenta en el reparto con su propio hermano Óscar Casas, que se animó a colaborar en esta interesante ópera prima que ya se puede ver en streaming.
Ambos hermanos acuden esta misma semana a El Hormiguero en días distintos para promocionar sus dos nuevos proyectos. Mario Casas estrena esta semana Escape, un thriller que dirige Rodrigo Cortés y que produce Martin Scorsese; y Óscar Casas interpreta a Gervasio Defer en la serie sobre su vida El gran salto, que se estrena próximamente en atresplayer.
Sin embargo, antes de continuar sus caminos por separado, los dos hermanos colaboraron en Mi soledad tiene alas, un drama que también cuenta en el reparto con Candela González y Farid Bechara y que está disponible en Netflix.
Se sitúa en un barrio humilde a las afueras de Barcelona, donde Dan (Óscar Casas) y sus dos amigos, Vio (Candela González) y Reno (Farid Bechara), viven sin pensar en el mañana, entre fiestas y dando palos a joyerías. Detrás de su apariencia de pequeño delincuente, Dan esconde un artista con talento, y una sensibilidad distinta al mundo que le rodea.
La reaparición de su padre, tras salir de la cárcel, despierta los viejos demonios de Dan, sumergiéndolo en una espiral de violencia que le obliga a huir y pone a prueba la amistad entre los tres amigos. Empieza un viaje de descubrimiento sin retorno para Dan y Vio, donde tienen que dejar atrás los niños que fueron, cambiando sus vidas para siempre. ¿Podrán escapar de su destino por amor?
"Desde hace varios años, he estado sopesando la idea de dirigir. En cada proyecto que hago intento sumergirme en el proceso de dirección, además de en la psicología de los personajes. La construcción de los sujetos en el guion es algo que me interesa profundamente".
"Para lanzarme a escribir, era vital que la historia tuviera conexiones con mi infancia, sin llegar a ser autobiográfica, pero con un toque personal que me permitiera contarla desde lo más profundo de mi ser", contaba Casas en las notas del director.
La primera película que dirige Mario Casas está ambientada en los barrios donde pasó la infancia el propio director, en el que un grupo de chavales que viven la vida al límite tienen que huir del mundo que conocen, hasta que algo se tuerce de repente. Mario Casas también coescribe la historia junto a Deborah François y cuenta con la dirección de fotografía de Edu Canet y la dirección artística de Núria Guardia.
El reparto lo completan Francisco Boira y Marta Bayarri y otros muchos actores no profesionales que por primera vez se ponen delante de una cámara.