Sevilla

El Ayuntamiento de Sevilla tiene previsto tres escenarios posibles de sequía. En el peor de ellos, si llueve tan poco como en este año y el pasado, plantean que se agoten las reservas hídricas de la ciudad. Entonces propone sacar agua del Guadalquivir para que beban los ciudadanos. 

Esa es la opción más extrema. Dentro de la misma también se recurriría a aguas del sistema Huesna y de aguas subterráneas así como del embalse de El Pintado. Además, se redoblarían los esfuerzos de potabilización del agua e incluso se estudia la instalación de una desalobradora. 

Esa serían las primeras medidas en caso de que la situación no mejore. Pero hay otros dos escenarios posibles que el Ayuntamiento también tiene cubiertos. Hay tres planes distintos. El más optimista supone que mejoren las precipitaciones.

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En ese caso se volvería a "un estado de alerta o prealerta", señalan fuentes del Consistorio. Esta hipótesis, reconocen en el equipo municipal, ocurre solo un uno por ciento de las veces cada cien años. 

La opción intermedia supone repetir lo que pasó en la ciudad entre 1991 y 1995. Muchos sevillanos recuerdan los cortes de suministro de entonces o el agua turbia que salía de los grifos. 

Sequía aunque llueva

En todo caso, señalan fuentes del Ayuntamiento, "incluso en el mejor de los escenarios, con previsiones de precipitación estacional por encima de la normalidad, seguirían siendo insuficientes para revertir la actual situación".

¿Qué quiere decir esto? Que aunque llueva, la sequía seguiría en mayor o menor medida"por lo que se debe seguir haciendo un esfuerzo en eficiencia y en el ahorro de agua, marcado actualmente en un 10 por ciento".

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Sevilla, cabe recordar, se encuentra ahora mismo en situación de emergencia por sequía. Este es el grado más alto de alarma por falta de agua. El más bajo es normalidad; le sigue prealerta; luego alerta; y por último, emergencia. 

La situación de máxima preocupación se decretó el pasado 4 de septiembre. Por eso el mes pasado el Ayuntamiento de Sevilla ya decretó a través de la empresa pública de agua Emasesa una serie de medidas restrictivas. 

Ni regar ni piscinas pero sí limpiar ventanas

Entre ellas está la prohibición de riego de jardines, praderas, árboles o zonas deportivas; del baldeo de calles (pero sí se permite limpiar las ventanas); el llenado de piscinas, fuentes y estanques que no tengan sistema cerrado; las fuentes de consumo humano que no se cierren solas; el lavado con manguera de coches fuera de las empresas dedicadas a ello...

Pero, ¿cómo se ha llegado hasta esto? La falta de precipitaciones ha sido la clave. En el año 2018 se llenaron los embalses. Desde entonces Sevilla sufre "la peor sequía conocida en nuestro sistema", indican desde el Ayuntamiento.

Contra esto, el Consistorio ha desarrollado, explican, una estrategia que ha pasado por varias fases. La primera tiene que ver con la reducción del consumo a mínimos hídricos. Ahora cada sevillano gasta solo 106 litros por día. Es un 5 por ciento menos que en 2019. 

Restricciones de agua

Además, el equipo de Gobierno local ha publicado bandos de concienciación y de normas como el que recoge las restricciones expuestas. De esta forma, explican, se ha fomentado la concienciación del ahorro. 

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En la ciudad se han acometido, además, obras hídricas para la mejora de las infraestructuras y operación en red: "intensificación de los procesos de potabilización, mejora de las conducciones, adecuación de instalaciones…"

Esto, sin embargo, no frena la sequía. Las lluvias de este miércoles han sido, en realidad, un espejismo o que puede extenderse a este jueves. Pero no irán mucho más allá. Así lo señaló este miércoles el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en el debate del Estado de la Comunidad, en el Parlamento de Andalucía: "Ni ha llovido suficiente ni se espera que llueva mucho más este mes".

Con esa situación, el presidente andaluz lanzó el mismo mensaje que el del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz: control del gasto de agua y obra hídrica que ayude a paliar la sequía que no ceja. Además, Moreno planteó una serie de medidas extraordinarias contra la sequía. 

Barcos que traigan agua

Entre esas medidas está la de instalar en los puertos de Andalucía tomas donde conectar barcos que traigan agua a la comunidad. Algunos cargueros, especificó, podrían transportar a Andalucía hasta 100.000 metros cúbicos de agua. 

El presidente lamentó además que a estas alturas del año "no se han cumplido las previsiones de lluvia en el otoño", y los embalses de la comunidad están por debajo del 20% de su capacidad, y cerca de 3,5 millones de personas sufren algún tipo de restricción en Andalucía.

Desde entonces, según ha remarcado el presidente, la Junta ha trabajado "con previsión y planificación", y ha realizado "más de 1.000 actuaciones en materia de agua", y está "auxiliando al Estado en 76".

Inversión hídrica

Además, la Junta está ejecutando el Plan de Obras contra la Sequía, con "4.000 millones de euros de inversión hasta 2027", y ha aprobado tres decretos de sequía.

Moreno ha anunciado además que, "a comienzos del próximo año", el Gobierno andaluz aprobará un cuarto decreto de sequía "para seguir luchando contra una situación tan complicada".

Además, "para estar preparados si las lluvias continúan sin llegar", el Consejo de Gobierno del próximo martes "aprobará una nueva estrategia contra la sequía con medidas y actuaciones de emergencia a corto plazo si la situación se complica".

Estas iniciativas estarán dirigidas "principalmente al abastecimiento de la población en situaciones extremas", según avanzó el presidente andaluz.

En el PSOE de Sevilla hablaron ayer también de sequía. Lo hicieron desde Bruselas, en el Parlamento Europeo. Hasta allí se trasladaron para pedir medidas de apoyo a las localidades de la provincia que pierden población. En parte, señalaron, porque no tienen agua. Así, los socialistas reclamaron a la Junta medidas para revertir esa situación.