Sevilla

Las aguas bajan revueltas en la Cultura de Sevilla... pero bajan. Es la lectura que se hace desde el mundo de las artes y las letras de la ciudad, que ayer conoció la dimisión del director de programación del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), Ruperto Merino.

El hasta final de mes alto cargo del ICAS se va tras solo cuatro meses en el cargo y después de que el gerente de la misma institución, José Lucas Chaves, dejase también su puesto un mes después de su nombramiento. 

Fuentes cercanas al instituto cultural sevillano explican que las situaciones no tienen nada que ver. Merino, aseguran, trabajaba bien en Sevilla. Pero lo que le han ofrecido en Madrid, donde se marcha a dirigir la programación de lo teatros, es "irrechazable". 

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Dinero y prestigio

Por dinero, prestigio y posición, el ICAS no podía jugar en esa liga, añaden. Tanto es así que el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ayer agradeció el trabajo de Merino y le deseó suerte en su nueva aventura dirigiendo los Teatros del Canal y Auditorio del Escorial. 

Pero hay otras versiones sobre la salida de Merino. Desde el mundo de la Cultura de la ciudad señalan que pudo haber fricciones con el Ayuntamiento. Recuerdan que los sueldos en el ICAS eran escasos y por eso se decidió a unir cargos para poder ofrecer condiciones más competitivas. 

Pero eso "multiplicó el trabajo para poca gente: del gerente y el director de programación". El primero se marchó en agosto; el segundo, ayer. A eso se suma la sensación, indican desde el sector, de que las salidas del ICAS restan atractivo al instituto para otros profesionales externos de tanto prestigio como los dimitidos.

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Fábrica de Artillería, Festival de cine...

Más allá de las salidas del ICAS, que achacan a cuestiones diferentes en el caso de Chaves y de Merino, el Ayuntamiento ha protagonizado titulares de prensa por la gestión cultural hace meses. Pero sobre esto, también depende del cristal cómo se mire para ver el reflejo de la luz que da el asunto. 

Porque desde el mundo cultural hablan de proyectos varados. Como el de la Fábrica de Artillería "listo pero del que no sabemos nada y solo se ha abierto para el Festival de Cine y una exposición temporal"; el del propio Festival de Cine, "desdibujado sin premios este año"; el de la Feria del Libro...

Sin embargo, fuentes del Consistorio señalan que todos esos proyectos salen adelante. Con mucho trabajo porque, se quejan, tienen una "herencia" complicada del anterior equipo. Pero aseguran que hay interés y trabajo por el mundo de la Cultura. 

Tanto es así que el Festival de Cine salió adelante. Como la Feria del Libro. Se celebró. Aunque al principio costara ponerlos en pie con el equipo municipal recién aterrizado en el Consistorio. 

En el mundo cultural reconocen esa "herencia envenenada" en el caso del ICAS, por ejemplo. Señalan que hay problemas de pago de subvenciones desde el año 2020. Eso, entienden, no es culpa del actual equipo municipal sino del anterior. 

Pero eso no quita, señalan, que les falte "interlocución", indican. Echan en falta mayor fluidez en la comunicación con la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla. En algún caso, señalan, tienen pedida una reunión hace meses pero no acaba de llegar. 

Lope de Vega o Espacio Calatrava

Hay más cuestiones que han acabado en polémica en lo cultural. La gestión del cierre del Lope de Vega por su mal estado de conservación; el Espacio Calatrava, que "se suponía que iba a ser un centro de creación coreográfica pero ahora no sabemos si interesa", indican personas del mundo de la Cultura de Sevilla. 

Otras fuentes señalan también las dudas sobre la Factoría Cultural del Polígono Sur, donde "destituyeron a la directora y no se sabe qué va a pasar con él", recuerdan. 

El mundo de la Cultura y el Ayuntamiento coinciden en leer que salida de Ruperto Merino es inoportuna porque se suma a la del gerente en poco tiempo y porque da una sensación de problemas en la Cultura.

También coinciden en que hay cuestiones del sector que han ido gestionándose con polémica. Aguas que bajan revueltas... Pero que bajan, leen de forma positiva desde el Consistorio. 

Ahí es donde difieren las versiones. Porque hay perfiles con años de experiencia en la Cultura que indican que son muchas coincidencias de problemas dentro siempre "del mismo departamento".