El cielo amenazaba lluvia desde por la mañana y cumplió. El Heraldo amenazaba ilusión desde el miércoles y cumplió aún más que la meteorología. El paso del emisario de los Reyes Magos ha conseguido llenar las calles de Sevilla pese al, a ratos, jueves tormentoso.
"Si no hemos cogido un Covid esta Navidad nos vamos a pillar un resfriado esta tarde", bromeaba una mujer que, junto a su pareja, esperaba al Heraldo al final del recorrido, ya en la calle Orfila. Su acompañante se reía. "Por unos caramelos, lo que hacemos".
No eran solo caramelos. En el recorrido del Heraldo, que se ha adelantado media hora para evitar lo peor de la tormenta -sin éxito- se ha cantado, se ha bailado y los niños, sobre todo, le han entregado la carta a los Reyes Magos.
A paso más rápido del normal, el Heraldo llegó sin problemas hasta la Plaza Nueva. Allí le esperaba el alcalde, José Luis Sanz. Con las primeras gotas se abrieron los paraguas pero eso no vació el lugar.
"Las mismas llaves que San Fernando"
"Gracias al Heraldo que recoge las cartas e ilusión de los niños y del resto de sevillanos. Su presencia nos dice que los Reyes ya están cerca. Pero para eso hacen falta las llaves de la ciudad. Las mismas que hace 800 años utilizó el Rey San Fernando para abrir las puertas de Sevilla", ha señalado el alcalde antes de hacer entrega de las llaves.
"Dele estas llaves a los Reyes y dígales que desde aquí seguiremos siempre trabajando para que se encuentre una ciudad mejor", ha añadido.
"Mis queridos príncipes y princesas, los Reyes me han pedido que recoja las llaves de la ciudad", ha indicado el Heraldo. "Que ningún habitante de la vieja Híspalis se quede sin regalo", ha añadido, quien ha anunciado que este viernes llegan a la ciudad los tres Reyes Magos y el resto de sus huestes.
"Niños y niñas, futuro de la ciudad más hermosa del mundo, ¡Viva Sevilla, la ciudad más hermosa del mundo!", ha pregonado el Heraldo.
Con este acto, Melchor, Gaspar y Baltasar ya pueden entrar en Sevilla... y en todas las casas de la ciudad. Eso harán este viernes de madrugada para dejar regalos.
"Ojo que van rapidito"
La vuelta del Heraldo a Orfila, sede del Ateneo, entidad que organiza el recorrido así como la Cabalgata de Reyes, ha sido aún más rápida que la ida. La lluvia apretaba. Un agente de la Policía Local se lo contaba a un vecino en la Campana: "Ojo que van rapidito, ya están en Méndez Núñez".
En lo que llegaba el Heraldo se han llenado las tiendas cercanas a Orfila. El Decathlon estaba hasta arriba de gente haciendo tiempo a resguardo. Igual que el resto de comercios. Con los primeros sones han salido todos a ver el paso del cortejo.
"Esto es un entrenamiento"
Hasta el último minuto ha habido gritos y bailes. Los caramelos han volado a puñados hasta la misma puerta del Ateneo. Tras el Heraldo llegaba Lipasam. "Esto es un entrenamiento", se reía una de las operarias de limpieza.
"Verás tú mañana. Porque si esto está así hoy que llueve, mañana que dan bueno...", le comentaba a una compañera mientras quitaba caramelos del suelo.
Mañana más. El que no haya cogido un Covid en Navidad... O un resfriado esperando al Heraldo bajo la lluvia por unos caramelos y por la ilusión de darle la carta al enviado de los Reyes Magos.