Sevilla

Sevilla pierde otro comercio histórico. En este caso se trata de la zapatería Nicolás de la avenida de la Constitución, donde estaba abierta desde hace más de 80 años, según fuentes de la familia dueña de la marca, zapateros desde 1918, hace más de un siglo.

El comercio deja el local que ha ocupado durante décadas en una calle que ya no tiene nada que ver con la que era. De hecho, Nicolás era la última zapatería de una zona donde, hasta no hace tanto, se concentraban varios negocios del sector. 

El cierre, puntualizan los dueños del comercio, no quiere decir que la marca desaparezca de Sevilla. Seguirán con las dos tiendas que tienen: una en el Centro de la ciudad y, la otra, en Los Remedios.

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El cierre definitivo de la tienda de la avenida de la Constitución será el próximo 26 de febrero, a final de este mes. Dejan el local libre para que entre otro inquilino a primeros de marzo puesto que la tienda no era en propiedad sino un arrendamiento.

En liquidación

En todo caso, y hasta que cierren definitivamente, la tienda está en liquidación. Así lo indican unos carteles enormes que ocupan todo el escaparte de la tienda y donde se puede leer que el último día abiertos será a finales de febrero. 

Cuando la familia dueña de Nicolás abrió su primera tienda, Rusia acababa de convertirse en la URSS tras la revolución comunista. El mundo luchaba aún en la I Guerra Mundial y, en España reinaba Alfonso XIII.

Esta familia ha visto llegar la II República, la Guerra Civil, la Transición, la democracia. Desde que empezaron como zapateros han pasado por el país hasta tres reyes, por el mundo, nueve Papas.

El fundador de las zapaterías abrió en 1918 La Española en el Centro de Sevilla. Sus hijos, tres, montarían sus propias tiendas. Nicolás, uno de ellos, es quien expandió su marca y abrió el comercio de la avenida de la Constitución que ahora cierra.

Tiendas en Andalucía

Nicolás llegó a tener tiendas en caso toda Andalucía y hasta en Madrid. Abrió en Málaga, Cádiz, Marbella, Huelva. "Pero nos replegamos", señalan fuentes de la familia. 

El futuro es incierto. Sevilla ha cambiado mucho, señalan. Cerró la zapatería Catedral, recuerdan. Solo quedaban ellos en la avenida. No es buen momento para el comercio tradicional que vende producto español de calidad. 

"Sevilla se está vendiendo muy barata al turismo", señalan. Y eso tiene un coste. Turismo barato significa menos ventas, menos empleo, una ciudad peor. 

O´Kean, tampoco Gallardo, Patricia y Silvia

Ya no está O´Kean, tampoco Gallardo, Patricia y Silvia, Lolen... Un rosario de tiendas de siempre que ya no están. Ellos van a resistir en los comercios de Asunción y de Sierpes. Tienen mucho cliente de Sevilla y, en la Feria, les compran los adinerados visitantes de México o Colombia que llegan a la ciudad.

¿Quién seguirá con el negocio? Esta familia, emparentada con los dueños de Zabol, no lo tienen claro. La siguiente generación está estudiando en la universidad. La anterior, descansando. 

"La globalización parece que era esto", se quejan. Ellos dejan la avenida. Pero allí la actividad sigue. Turistas que toman café en una cadena americana o un poco de turrón da igual en qué momento del año. Otra ciudad que no tiene nada que ver con la que conocieron cuando abrieron allí Nicolás hace ocho décadas.