"El patriarca" llevaba con puño de hierro las riendas de una trama de explotación laboral que obligaba a 21 personas a trabajar en el campo de Sevilla de sol a sol sin darles ni agua ni comida ni, tampoco, dejarles descansar.
Nacido en una pequeña ciudad al sur de Rumanía con solo 12.000 habitantes, es un viejo conocido de la Policía. Ya había sido detenido en 2022 por los mismos hechos: montar una trama de explotación de trabajadores en el campo.
La diferencia en esta ocasión es que no era una cosa de aficionados. Armó una red "profesional" con empresas pantalla y asesores profesionales para crear un entramado que la Policía ha tenido que investigar durante más de un año.
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La Policía Nacional ha conseguido desarticular la banda tras más de un año de investigación. Fuentes de la investigación destacan que, solo las pesquisas sobre las empresas creadas o el rastro del dinero, es una labor titánica.
Hay cuentas en España y Rumanía, objetos robados, dinero en metálico... Pero los han atrapado gracias a un trabajo minucioso de los agentes.
De Rumanía o Bulgaria
Junto al "patriarca", 14 personas más componían la red de explotación. Según la Policía engañaban a personas de Rumanía o Bulgaria y les llevaban en autobús a la provincia de Sevilla.
Allí les alojaban en casas okupas. Siempre había un miembro de la organización con ellos para amedrentarlos y controlarlos. Usaban para ello grandes machetes o las amenazas.
A las 7 de la mañana los llevaban al campo y no les dejaban parar de trabajar hasta las ocho de la tarde, cuando se iba la luz natural. Sin agua, sin descanso, sin comida.
La presión fue tal, indicaron este miércoles los agentes, que uno de los trabajadores explotados se tiró por la ventana para intentar acabar con su vida. No lo consiguió. Otra chica, menor de edad, abortó. Un tercer hombre se desmayó en una tienda y lo sacaron de allí a rastras para ocultarlo.
Dos hermanos
Pero, ¿quién trabajaba con "el patriarca"? Tres de ellos comparten apellido. Son dos hermanos y el hijo o sobrino de uno de ellos. Se trata de I. T., M. T. y B. T.
Entre los 15 detenidos hay tres mujeres: todas ellas rondan los 30 años. Una de ellas tiene justo esa edad. Las otras, 28 y 35 años.
Entre los hombres, hay de todo. El más joven de los detenidos tiene solo 26 años. Se le acusa de delito contra los derechos de los trabajadores, usurpación de identidad, falsedad documental y pertenencia a banda armada.
"Alexel gitano"
Los arrestados son todos nacidos en Rumanía. Y, en algunos casos, tienen unos alias muy distintivos. Al "patriarca", como lo bautizó este miércoles la Policía Nacional, se suma, por ejemplo, 'Alexel gitano', a quien sus compañeros también llamaban "Erik".
Son sobrenombres porque sus iniciales son, en realidad, otras. También está "Budut". Una de las mujeres que cayeron con la desarticulación de la banda por parte de la Policía Nacional se hacía llamar "Regina". Hay más alias. Uno de ellos usaba el nombre de "Roberto" o "Robert".
Las empresas que la banda montó para la recolección de fruta con los trabajadores cuasi esclavos también han dejado huella. Aún se puede ver cómo uno de los detenidos es apoderado de 'Recolecciones D. SL', radicada en el mismo domicilio de Brenes donde está empadronado uno de los arrestados.
Vuelta a sus países
Hay otra más que concuerda con la actividad de la banda y también tiene a uno de los detenidos como responsable. Es 'Recolecciones M. SL'. Como en el caso anterior, su sede social está en el domicilio de uno de los arrestados, esta vez en Cantillana.
Los empresarios agrícolas que los contrataban no veían nada ilegal. Ellos firmaban con una empresa legalmente construida y a la que pagaban de forma regular. No podían imaginar que, detrás, estaba la trama de jornaleros semiesclavos.
La denominada 'operación Naeva' ha supuesto la liberación de hasta 21 personas que trabajaban casi esclavas en el campo de Sevilla. La labor de la Policía Nacional ha permitido que algunos de ellos estén ya de vuelta en sus países y, otros, se encuentren en España buscando soluciones para su futuro.
Según explicaron este miércoles los agentes encargados de la investigación, en la operación para liberar a los jornaleros explotados, participaron hasta cien agentes de la Policía. Además, se llevaron a cabo hasta siete registros domiciliarios tanto en Cantillana como en Brenes.
Un bolígrafo pistola
En las casas los agentes encontraron un verdadero botín, prueba del altísimo nivel de vida de los investigados. Había 242 joyas de oro, algunas provenientes, creen los agentes, de robos. También una plancha de oro.
Además de 37.000 euros en metálico, los policías hallaron en las casas varios relojes de lujo. Había un Hublot Geneve; un Breitling valorado en 3.500 euros; un Omega de 3.500 euros; un Rolex de oro que cuesta 8.500 euros; otros tantos Rolex de otros materiales, entre ellos uno que vale 20.000 euros...
Los coches también daban señal del dinero que movía la organización. Uno de ellos costaba 150.000 euros. Pero es que, además de los vehículos, el dinero y los relojes, tenían armas como un bolígrafo pistola del calibre 22 con 15 cartuchos o cinco machetes de grandes dimensiones.