La historia de España es densa. Por ella han pasado numerosas civilizaciones, algunas de las cuales han dejado una impronta que se mantiene hasta nuestros días, tal como sucede con el Imperio Romano, del que proceden algunos de los apellidos más comunes de la actualidad.
Se trata de una interesante forma de conocer el legado que ha dejado un pueblo en la actualidad. Su origen revela detalles muy interesantes.
Todos los que acaban en -ez aluden al padre de la persona en cuestión. Es tan simple como que Rodríguez sería hijo de Rodrigo. La práctica se inició en torno al siglo IX, tal como consta en algunos documentos firmados por la alta nobleza.
[Si tienes algunos de estos apellidos comunes en Sevilla, desciendes de judíos]
Otros, en cambio, están relacionados con el oficio, el estatus o incluso las circunstancias de nacimiento y motes. Sin embargo, muchos de ellos aluden al lugar de origen.
El Imperio Romano se mantuvo en la Península Ibérica durante siete siglos. Así, no es de extrañar que muchos de los apellidos más comunes en Sevilla procedan de esta civilización.
Entre todos ellos puede estar el más frecuente, García, el cual 66.731 sevillanos tienen como primer apellido, mientras que otros 67.034 lo tienen como segundo. Su origen exacto no se conoce a ciencia cierta, pero hay teorías que sitúan el origen cerca de los inicios de este imperio.
Por su parte, el undécimo apellido más común en la provincia de Sevilla es Romero. Son 52.480 los nacidos en Sevilla que lo tienen y que podrían tener antepasados romanos.
Expósito (3.579) y Acosta (4.354) son otros de los apellidos procedentes de esta civilización más presentes en la provincia. También hay otros tan minoritarios como Marco, con el que solo hay 197 personas o Rossi, solo 65 sevillanos lo tienen.
Apellidos que indican un origen romano
Romero
Expósito
Costa
Acosta
Villa
Romeo
Fontana
Rossi
Marco
Roma
Romano
Greco
Bianchi.
La influencia de la civilización romana ha perdurado en estos apellidos a lo largo de todos los años.
No obstante, como constatan los historiadores, la evolución de todos ellos ha sido muy diversa y está enriquecida por los matices de las numerosas culturas que han pasado por la Península Ibérica y por Sevilla.