Sevilla

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, va a tener un año para poner a prueba su capacidad de diálogo y de consenso. No tiene cuentas propias para 2024. Según confirmó este martes, usará las de 2023, que se prorrogan. Y esas las configuró el PSOE junto con Ciudadanos. 

De esta forma, Sanz tendrá que ir haciendo modificaciones puntuales para cada cambio que quiera hacer. Eso se puede convertir en una tortura china, pero, por ahora, es un escenario en el que se ha sabido mover. Ha aprobado todas las modificaciones que ha llevado a Pleno.

Sin embargo, quedan diez meses poro delante. Y, en medio, negociaciones tan delicadas como las que están abiertas con Tussam, que trata ahora sobre el convenio colectivo de su personal. O la grúa municipal, en huelga.

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En este escenario de negociación constante la izquierda de Podemos-IU está lejos ideológicamente; Vox le ha dicho ya que si no entra en el Gobierno no hay apoyo; y el PSOE solo se aviene a ayudar si hay cuestiones sobre la retribución del personal municipal o por ayudas nominales. 

Hablar, hablar y hablar

Entonces, ¿qué? Hablar, hablar y hablar. Es lo que le queda al PP de Sanz. A favor tiene, como se ha señalado, que hasta ahora ha conseguido sacar adelante cada modificación. Lo ha hecho de la mano del PSOE pero también con apoyos de IU-Podemos y de Vox.

Esa centralidad -marca de la casa en el PP de Andalucía- puede beneficiarle. Desde el inicio del mandato el equipo de Sanz señala que su gestión está lejos de lo ideológico. Esa idea parece real por los votos que ha seducido a izquierda y derecha. 

Pero también es una obligación. El PP está en minoría. No puede gobernar si no es con la colaboración de los otros grupos. La otra opción sería seguir con las cuentas de 2023 hasta 2027 y sin poder aplicar el modelo de ciudad que tienen en mente en la corporación municipal.

La situación de Sanz ahora mismo tiene dos lecturas diametralmente opuestas: tiene cerrados los caminos a izquierda y derecha porque ningún partido le ha apoyado los Presupuestos. O, desde el otro lado: tiene todas las rutas abiertas para negociar las modificaciones presupuestarias porque no tiene un pacto cerrado con nadie. 

Culpar a la oposición

El refrán 'entre todos la mataron y ella sola se murió' es, quizás, el que mejor recoge lo que ha pasado con las cuentas de Sevilla para 2024. O, más bien, sobre lo que ha pasado con su negociación. 

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Porque el PP acusa a PSOE, Vox e IU-Podemos de no querer aportar nada al Presupuesto y bloquear las cuentas. De "aliarse contra los sevillanos", llegó a decir este martes el delegado de Hacienda y portavoz popular, Juan Bueno. 

Pero es que desde el otro lado acusan al PP de falta de autocrítica y de poca capacidad de negociación. Los tres grupos en la oposición -de perfiles ideológicos completamente diferentes- coinciden en una cosa: ha faltado información y datos. 

No lo ven así desde la corporación municipal. De hecho, señalan que han dado cumplida cuenta del proyecto de Presupuestos. "Antes que a la CEES", presumió este martes Bueno. 

Sin responsabilidad

Sea como fuere, ningún partido asume la responsabilidad del fracaso presupuestario. En el Gobierno local acusan a la oposición. PSOE, Vox e IU-Podemos señalan a Sanz.

El enfado este martes con el resto de grupos era evidente. No por esperable sentó mejor el no de la oposición a las cuentas. Aunque el equipo de gobierno había preparado este escenario -ya lo anunció Sanz hace semanas-, ayer Bueno tiró a dar a cada uno de los partidos. 

Al PSOE les acusó de "falta de interés"."Muñoz no supo mejorar la ciudad cuando gobernaba ni quiere que mejore ahora", señaló Bueno, quien le acusó de anteponer "el interés personal" al de Sevilla.

Vox "viene a servirse de los ciudadanos"

Con Vox fue más duro. Los tachó de "partido inútil para los ciudadanos" que "solo pide sillones". "Su única obsesión es estar en el Gobierno", acusó. "No miran qué pueden hacer por Sevilla sino qué le puede dar Sevilla a ellos", añadió. Para Bueno, Vox "viene a servirse de los sevillanos, no a servirles".

También cargó contra IU-Podemos, a los que afeó que "ni se hablan". Eso es un escollo complicado, señaló, para negociar cualquier cosa. 

"El alcalde ha estado con la manos tendida", afirmó Bueno y los demás grupos "han rechazado un gran pacto por nuestra ciudad". La duda, al final es: si unos y otros tenían la mano tendida, ¿por qué no hay Presupuesto?