El juzgado togado militar de Sevilla quiere investigar con más detalle las condiciones en las que murieron los dos soldados el pasado mes de diciembre durante unas maniobras en el cuartel de Cerro Muriano, en Córdoba.
Así, el tribunal ha pedido que se realicen nuevas pruebas periciales para determinar la flotabilidad de las mochilas que portaban los reclutas la mañana en la que perdieron la vida en un lago del complejo militar.
Así, un escrito del juez ordena que agentes del Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil se desplacen hasta el lago donde murieron el soldado Carlos León Rico, de El Viso del Alcor (Sevilla) y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de Adamuz (Córdoba).
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Allí los guardias civiles deberán introducirse en el agua y comprobar la flotabilidad de las mochilas, señala el magistrado. Esto es clave porque uno de los puntos en los que asienta la acusación su causa es en que los materiales no eran estancos y, por lo tanto, no ayudaron a los soldados dentro del agua.
Justicia militar
Este peritaje avanza en la instrucción del caso, que finalmente cayó en el togado militar de Sevilla pese al recurso de las familias de las víctimas, que querían que se enjuiciara por el tribunal ordinario civil.
En todo caso, el nuevo auto del juez cita a declarar también a los tres mandos militares señalados por la muerte de los dos soldados.
En un escrito previo el juez había desestimado la petición de las familias de que dichos militares ingresaran en prisión preventiva, cabe recordar.
Tres mandos investigados
Los investigados en este caso son un capitán, un teniente y un sargento. El primero fue separado del servicio al día siguiente del suceso. El teniente y el sargento estaban presentes asimismo durante el ejercicio donde murieron los dos soldados.
Según indicó en su momento el juez, los tres mandos podrían haber incurrido en un delito contra la eficación del servicio con resultado de muerte. Sería el equivalente a un homicidio imprudente según el Código Penal ordinario.
En el primer escrito, el juez determinó que las medidas de seguridad no eran las correctas el día de las maniobras.
No hubo ni línea de vida -una cuerda que asista a los soldados en el agua- ni las mochilas eran estanco para ayudar a los reclutas a flotar. Además, en algunos casos, indicó el juez, los soldados cargaban con más peso del habitual.