Juama Moreno presentó el pasado jueves el proyecto de remodelación del Estadio de la Cartuja para ser sede del Mundial 2030. Será el final de un proceso que llevará a Sevilla a tener tres estadios nuevos. Betis y Sevilla también han presentado sus propios proyectos y todos ellos tienen nexos de unión.
Los tres se encuentran en distintas fases. Las obras comenzarán en primer lugar en el antiguo Estadio Olímpico. De la fecha en la que esté terminado dependen los otros dos. Tanto heliopolitanos como nervionenses se trasladarán a esta sede mientras se desarrollen los trabajos en sus respectivos feudos.
El inicio de la remodelación de La Cartuja está previsto para cuando finalicen los compromisos deportivos de la temporada 2023-2024, entre ellos la final de la Copa del Rey, del 6 de abril. Tiene un plazo de ejecución aproximado de ocho meses.
En esta primera fase, ya aprobada y definida, se añadirán 12.000 asientos para pasar de un aforo de 57.619 a 70.000 asientos netos. Entre los espacios para staff, prensa y servicios, llegará hasta los 75.000.
En fases posteriores, se realizarían otras obras menores con el objetivo de cumplir todos los requisitos de la FIFA para albergar el Mundial.
La imagen final del estadio vería la luz después de que Betis y Sevilla se trasladen a la Cartuja. La Junta de Andalucía prevé una inversión de 20 millones, según informó Arturo Bernal, consejero de Turismo y Deporte.
El Betis, a la espera de La Cartuja
El club verdiblanco sería el primero en hacer la mudanza. El comienzo de sus obras está a expensas de que finalicen en La Cartuja, donde el adelanto de los trabajos les obligó a cambiar sus previsiones. En un principio, iban a estar fuera del Villamarín entre septiembre de 2024 y junio de 2026.
Ahora, prevén hacerlo entre enero de 2025 y enero de 2027. No obstante, las fechas podrían volver a cambiar si hay retrasos en La Cartuja.
Ya fue adjudicado a Rafael de La-Hoz y Gensler. Tal como informan fuentes del club heliopolitano, el anteproyecto está finalizado y los arquitectos trabajan en el proyecto básico que estará acabado en el mes de mayo.
Imagen del anteproyecto del nuevo Benito Villamarín.
Según dicen, no va a haber demasiadas diferencias respecto a lo ya expuesto. Simplemente se presentarán detalles sobre la composición de la estructura y la distribución de los espacios.
Una vez definidas estas cuestiones empezarán a trabajar con el proyecto de ejecución. Y todo quedará definido entre septiembre y octubre, con la licitación, que permitirá establecer un presupuesto estimado. La previsión es de 70 millones de euros, la cual esperan no sobrepasar.
Cabe recordar que para la construcción del nuevo Benito Villamarín únicamente se demolerá la grada de preferencia. Se mantendrán el resto de los asientos pero la remodelación será integral para unificar la experiencia, integrándose una cubierta. Tendrá 60.379 espectadores y locales comerciales para aglutinar toda la experiencia, según presentaron.
Proceso participativo
Paralelamente, se encuentran trabajando en el Estudio de Ordenación. Es el instrumento administrativo que ha elegido el Ayuntamiento para que los terrenos anexos pasen a ser propiedad del Betis.
Esto obliga al club a llevar a cabo un proceso participativo que ya ha comenzado. Ya se han reunido con asociaciones de la zona para informarles del impacto de las obras y de los posteriores usos de la parcela.
Asimismo, el Betis mantiene reuniones periódicas con la sociedad gestora del Estadio La Cartuja para conocer detalles sobre el comienzo de sus obras, a las que están supeditados. Esperan que se puedan adelantar los plazos para poder mudarse en enero de 2025. Los difíciles accesos también generan inquietud, según reconocen desde el club.
El Sevilla, con la base del proyecto
Por su parte, el estadio del Sevilla se encuentra en un estado más embrionario. En la pasada Junta de Accionistas del 4 de diciembre fue presentado por el entonces vicepresidente José María del Nido Carrasco.
El nuevo Ramón Sánchez Pizjuán tendrá un aforo de 55.000 espectadores. Incorporará una cubierta que tapará al público, pero no el césped. También incluye locales comerciales. La principal novedad será la construcción de una grada continua de animación al estilo del Signal Iduna Park del Borussia Dortmund, algo único en el fútbol español.
Así sería por fuera el nuevo Ramón Sánchez Pizjuán
Según informan desde el Sevilla, lo presentado fue la base del proyecto. Esperan tener el proyecto de ejecución al menos en un año para que pueda ser aprobado por el Ayuntamiento y comenzar a tramitar licencias.
En principio, contemplan demoler al completo el estadio actual para construir el nuevo. Las obras comenzarían el 1 de junio de 2026 y finalizarían en junio de 2028. Durante ese tiempo se trasladarían a La Cartuja. El presupuesto estimado es de entre 300 y 350 millones de euros.
Disputa accionarial
No obstante, puede haber novedades en la junta general de accionistas extraordinaria de mañana lunes solicitada por José María del Nido Benavente, máximo accionista del club y principal opositor de su hijo, José María del Nido Carrasco.
En ella se votará la "prohición expresa" al Consejo de Administración de que "continué efectuando cualquier tipo de gestión relacionada con la "futura remodelación", "derribo" o "construcción de un nuevo estadio".
En cualquier caso, desde el Sevilla transmiten que la directiva sigue adelante con el proyecto y que ya se valorarán más adelante los trámites a seguir.
Posible coincidencia
Así, cabe la posibilidad de que Betis y Sevilla coincidan durante la primera parte de la temporada 2026-2027, lo que les obligaría a resolver diversas cuestiones en torno al sobreuso de las instalaciones y los cambios de 'branding', especialmente si ambos juegan en Europa, cada tres días durante varias semanas.
El comienzo de las obras en La Cartuja será la primera de las partes del proceso que llevará a Sevilla a tener tres estadios nuevos. Serán proyectos entrelazados que se sucederán en el tiempo durante al menos seis años para renovar por completo las infraestructuras deportivas de la ciudad.