La Catedral de Sevilla está lista para un zafarrancho de obras según pase la Semana Santa. Algunas serán de calado, como la que sufrirá la fachada que da al Palacio Arzobispal, en la calle Amigo Vallejo: se limpiará y restaurará.
En el interior de la Catedral habrá también intervenciones. Es el caso del Frontal de la Bollería, una pieza textil del siglo XVII de un metro por tres hecha en terciopelo granate "con bordados de hilos de plata sobredorada y sedas polícromas".
La pieza, explica la Comisión de Patrimonio, "presenta un mal estado de conservación generalizado". Así, el paño tiene "suciedad generalizada, oxidación propia del metal, gran cantidad de intervenciones a modo de zurcidos; y parches, roturas, desgastes y la pérdida de los hilos metálicos que le sirven para la colgadura".
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Además de los arreglos de la tela, la intervención plantea cambiar el sistema de colgadura por uno ya probado en otras ocasiones que no presenta tantos problemas para la pieza.
También habrá restauración del paño devocional de Jesús Nazareno. La obra, del siglo XVI mide dos metros y medio por casi cuatro y "representa a Jesús Nazareno en una de sus caídas, realizado con bordados de aplicación (o de repostero), hilo metálico y detalles polícromos, sobre terciopelo carmesí".
Su estado de conservación, coinciden los técnicos, es "lamentable". Tiene suciedad, roturas, deformaciones y ha perdido parte del soporte.
Fuera de la Catedral
Fuera de la Catedral es donde se va a acometer el cambio más notable. Se trata de la fachada del templo que da a la calle Cardenal Amigo Vallejo y sirve de pared para el Patio de los Naranjos.
Se trata del único tramo de fachada de la Catedral de Sevilla que aún no se ha limpiado y restaurado. Hasta ahora.
Esta pared cambiará de 'piel' en un intento de recuperar, señala el proyecto "el estado original" de esta fachada. Así, pese a que se planteaba cubrirla con mortero, la Comisión señala que no se haga así. Pero sí se limpiará y recuperarán los motivos islámicos.