La caseta, el traje de flamenca, la jarra de rebujito... esto cuesta ir a la Feria de Sevilla, según los sevillanos

Es acabar la Semana Santa y automáticamente la mente está puesta en la Feria. Tanto es así que ha sido amanecer el lunes posterior al Domingo de Ramos y hasta el tiempo ha cambiado. Ha pasado de caer la del tigre a que sobren capas por todos lados.

Y es que eso de que queden tan pocos días para la Feria, se nota en el ambiente. Por eso, EL ESPAÑOL ha salido a la calle a preguntar si la cartera aguanta tanto esta fiesta como el ánimo.

Porque, ¿cuánto dinero se dejan los sevillanos durante toda la feria? Pues las respuestas son muy dispares y es que, según han contestado, el gasto va de los 40 euros los más avispados hasta más de 1.000 euros los que tiran la casa por la ventana.

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Tras hacer la encuesta queda comprobado como algunos deciden ir menos días para que el gasto sea menor. Eso sí, los días que van lo dan todo y no escatiman. Otros tantos dicen que en la mayoría de ocasiones van de pegote, es decir, que les invitan allá donde van. Eso es tener buenos amigos y lo demás son tonterías.

Por otra parte, otros deciden compaginar unos buenos días de feria con otros pocos en la playa. Está claro que esta opción es para aquellos afortunados que tengan una segunda residencia, los que no tendrán que conformarse con quedarse en casa viendo pasar el tiempo, pero por lo menos no el dinero.

Y es que la Feria barata no es que sea. La jarra de rebujito en 2023 costaba unos 12 euros y si se acompañaba de un plato de almendritas, estas costaban unos 3,50 euros. Unos precios que subieron el año pasado y que este año se mantienen con alguna que otra subida.

Uno de los gastos más altos de la feria, sin duda es el de la cuota de socio si se pertenece a alguna caseta. Este gasto va de los 600 a los 12.000 las más exclusivas, al que se añade el traje de flamenca que fluctúa entre los 400 euros el más básico a 1.200 euros si pertenece a una firma más relevante como Aurora Gaviño o Vicky Martín Berrocal.

Sea como fuere, aunque la roncha sea muy grande, la feria se disfruta igual y los días que se va se exprime al máximo, que luego acaba y se echa de menos.