Concluida la final de Copa del Rey, y con el trofeo camino de Bilbao, Sevilla hace balance de su fin de semana como -una vez más- anfitrión del torneo. Y su conclusión es que, pese a la afluencia masiva, todo ha funcionado de forma más que satisfactoria con esfuerzo incluido de los equipos de limpieza.

A la capital hispalense se desplazaron cerca de 100.000 aficionados del Athletic de Bilbao y el Mallorca. La sensación fue que los primeros sobrepasaron en gran número a los primeros, a tenor de las imágenes vistas en el centro de la ciudad.

Unas imágenes que mostraban a los hinchas visitando plazas emblemáticas, cualquier bar abierto -para gran alegría de una hostelería entristecida con las lluvias de Semana Santa-, o incluso bebiendo a los pies de la catedral.

[Una pelea con bengalas y lanzamiento de sillas interrumpe la pacífica fiesta del Athletic y el Mallorca]

El resultado lo cifran los servicios municipales de limpieza, Lipasam, que han hecho "un esfuerzo titánico", según el Ayuntamiento de Sevilla: se han recogido 76.410 Kilos de basura de las calles y papeleras en las zonas de influencia de los asistentes al partido.

La pelea de la Alameda, único incidente

El balance es de satisfacción para el consistorio, que ha querido felicitar a todos los trabajadores municipales implicados en el dispositivo y destacar la buena coordinación con el resto de administraciones.

Acoger a 100.000 visitantes, ha dicho el alcalde, José Luis Sanz, “no es fruto de la casualidad sino del esfuerzo, la planificación y el trabajo previo”.

Desde el punto de la seguridad “merece una especial mención labor de la Policía Local” ha dicho Sanz, “no solo han sido capaces de controlar y adaptarse a las necesidades de la inmensa cantidad de personas y vehículos sin que haya que destacar ningún incidente grave", más allá de la trifulca que se desató a primera hora del sábado en la Alameda, una zona de veladores en la que decenas de hinchas se enfrentaron.

Tras arrojarse bengalas y sillas, la pelea se disolvió con la intervención de la Policía Nacional, que tiene una comisaria precisamente en esa plaza.

Polémica ante el Cachorro

Es el único incidente destacable en un fin de semana festivo y pacífico que, no obstante, no ha escapado a la polémica. La imagen de dos aficionados del Athletic orinando en la pared del templo del Cachorro, a escasos centímetros de la puerta, ha generado indignación entre los sevillanos tras correr como la pólvora en redes sociales.

La iglesia está cerca de la fanzone habilitada para los aficionados vascos, a los pies de Torre Sevilla, y ha amanecido hoy con unas flores y un mensaje en el que se leía "en desagravio", también compartido en redes sociales, que se cree han sido depositadas por vecinos de la zona.