Carmen Jiménez, la madre del menor apuñalado en la noche de Halloween en Palomares, Sevilla, quiere que "se castigue con más firmeza a los jóvenes delincuentes". Así lo ha señalado en el día que se inicia el juicio contra los presuntos asesinos de su hijo.
"Un joven de 16 o 17 años es plenamente consciente de sus actos y debería serlo también de sus consecuencias", ha señalado la madre del joven muerto, al que mataron a las puertas de su casa en la madrugada del 1 de noviembre de 2022.
Antes de iniciarse el juicio, Jiménez ha leído un manifiesto ante las personas congregadas, entre las que estaba el tío de Marta del Castillo, Javier Casanueva.
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Para la madre del menor, es necesario aumentar la responsabilidad de los padres cuando se producen actos como el que acabó con la vida de su hijo. "Hay que incrementar la responsabilidad de los padres en cuanto a las actuaciones delictivas de sus hijos", ha señalado.
"Debate social"
Para Jiménez, es necesario abrir un "debate social" sobre lo que pasa con la juventud porque "cada vez más menores de edad están implicados en delitos como robos con violencia o agresiones sexuales".
"Algo debe cambiar a nivel social y jurídico", ha pedido la madre del joven víctima de este crimen solicitando que los poderes promuevan "un plan efectivo contra la violencia juvenil".
Además, ha pedido que la Ley del Menor castigue "con más firmeza a los jóvenes delincuentes y que se proteja con más determinación al resto".
La madre del menor muerto ha hecho estas declaraciones durante la concentración en la que había una pancarta donde podía leerse "que el mal no dure y que el bien no se rinda".
Tirado en la acera
La madre de la menor explicó recientemente que la noche de los hechos se despertó sobre las cuatro de la mañana y vio en la acera de enfrente de su casa a un joven tendido en el suelo. Reconoció a su hijo, pero pensó que estaba desmayado.
A su lado dos jóvenes intentaban reanimarle, pero fue en vano. El joven murió esa misma noche.
Horas antes había estado en Sevilla capital con unos amigos. Pero volvió a casa y, tras encontrarse con su hermano para que le diera las llaves de casa, se dirigió a su domicilio. Por el camino se cruzó con una panda de jóvenes que, más tarde, le atacaría.
Ahora están acusados no solo de querer robarle sino, también de acabar con su vida. Eso es justamente lo que se dirime en el juicio que ha empezado este viernes en Sevilla.
"Cinco personas"
"Cinco personas le cercaron. Cuando lo abordaron en la esquina acabó en la acera de enfrente de mi casa. Entre dos coches empezaron a golpearle y el mayor de edad reconoce que él fue el que lo inició con el primer puñetazo a mi hijo en la cara", aseguraba aludiendo al contenido de la investigación.
"Ellos argumentan que iban con intención de robar, pero yo pienso que hubo una premeditación por el tipo de daños que tenía mi hijo. Hubo alevosía y hubo un ensañamiento", consideraba la madre de la víctima, exponiendo que cuando su hijo fue descubierto en el suelo, después de la agresión, "tenía su móvil, su cartera, su reloj, su cadena, su pulserita, lo tenía todo".
Así, avisaba de que pese a que sean dos los inculpados por este crimen, "eran cinco los que estaban presentes y los que estuvieron hasta el final", incluyendo dos personas que figuran como testigos, planteando además su duda sobre "si los cinco eran los únicos que estaban o no".