El alcalde de Burguillos, el pueblo intervenido por un fondo buitre: "Mario Casas me interpretó en Grupo 7"

Domingo Delgado es el alcalde de Burguillos, localidad de Sevilla de poco más de 6.000 habitantes. Pese a su tamaño, el pueblo protagoniza hace años titulares por casos de corrupción. El último, que un fondo buitre ha comprado su deuda, de 27 millones de euros.

- ¿Les van a embargar el Ayuntamiento o la piscina?

- No, el fondo ha comprado la deuda y exige su ejecución. Pide que se ponga a su disposición todas las cuentas bancarias del Ayuntamiento, subvenciones, patrimonio... Todo. Ahora el juez tiene que decidir qué se pueden quedar, pero solo serán las cosas que no sean de servicio público.

- Salvan entonces el Consistorio o las farolas...

- Sí. Estamos realizando un inventario, que tendremos listo a finales de este mes o primeros del siguiente. Lo que se verá afectado y se puede quedar el fondo son centenares de tierras de regadío, de secano y monte. También viviendas públicas y muchos solares.

[Un fondo buitre se queda con todos los campos, solares y viviendas públicas de un pueblo de Sevilla]

- ¿Cómo se llega a una deuda de 27 millones de euros con una población de poco más de 6.000 habitantes?

- Es más grave. Cuando llegamos nosotros a la Alcaldía la deuda era de 63 millones de euros. Antes de esta noticia, la habíamos dejado en solo cinco. 

- ¿Cómo se reduce la deuda en 58 millones de euros?

- Se consigue llevando la gestión como se lleva la economía de tu casa. Yo no me puedo ir de fiesta si tengo deudas. Hay que implantar economía de guerra, que es lo que hemos hecho. Hemos firmado muchos acuerdos y quitas. Y cumplimos los acuerdos. También hemos ido a juicio y hemos ganado algunas cosas. 

- ¿Los vecinos cómo notan que les ha embargado un fondo buitre o esa deuda de 63 millones de euros?

- No lo nota en los servicios. Burguillos está limpio y se atiende a los ciudadanos. Sí que se nota en que podríamos tener mejores instalaciones y no las tenemos. Podríamos tener un recinto ferial nuevo porque el actual es pequeño, no cabemos y está en muy mal sitio. Pero no, hay que pagar la deuda. 

- ¿Siempre se ha dedicado a la política?

- No, yo he sido policía. Ahora estoy jubilado. La película de 'Grupo 7' está basada en mi vida. Mario casas hacía de mí.

- ¿Era usted igual de guapo?

- No, pero de valiente sí. [se ríe]

- ¿Cómo es el cambio de agente de la ley a alcalde?

- Ahora en política me he tenido que poner a aprender a negociar deudas y cuestiones así. Pero yo no me rindo. Cualquiera se iría a su casa más aún cuando no cobra un sueldo. Yo no. Yo podría vivir de mi jubilación, pero me niego. No voy a dejar al pueblo en la estacada. Aunque me cueste el dinero. 

- ¿Le ha costado ya el dinero?

- Bueno, sí. Puse dinero para una obra pública porque si no, se perdía. 

- ¿Cuánto?

- Unos 15.000 euros de mi bolsillo. Pero los recuperé al año. 

- Desde el PSOE sostienen que podrían haber solucionado esto de otra manera, comprando la deuda ustedes en vez el fondo buitre. ¿Es así?

- Quien haya dicho eso no tiene ni idea. Al deudor no se le permite comprar la deuda. Y barajamos esa posibilidad con los servicios jurídicos. Incluso pudiendo hacerlo, ¿de dónde sacamos siete millones de euros?

- Proponían pedir un crédito...

- No tienen conocimiento. No podemos pedir un préstamo porque estamos endeudados por encima del 110 por ciento, el límite para pedir créditos que marca la ley. 

- ¿Cuál es su deuda?

- De más del 2.000 por ciento. 

- ¿Cuánto cobra el alcalde de un pueblo con esa deuda?

- No tengo sueldo. Cobro asignaciones por asistencia a Plenos. El anterior alcalde llegó a cobrar 9.000 euros al mes. ¿Qué alcalde de España cobra eso? Ninguno. 

- ¿Tendrán que pagar su deuda hasta más allá del año 2100?

- No, eso es un cálculo que se hizo para aceptar la compra de la deuda. Pero ahora tenemos que negociar el pago. No será tanto, seguro. 

- ¿Cuentan con fondos para pagar?

- Tenemos algo porque las cosas han ido bien y se ha gestionado bien. Pero no le voy a decir cuánto. No quiero dar pistas de cara a la negociación.