Sevilla

Aquellas personas que sufren el virus herpes simple tipo 1 (HSV-1) tienen mayor riesgo de sufrir Alzheimer. Es lo que ha confirmado un grupo de investigación del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide (UPO).

En el estudio, donde también ha participado el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM, CSIC-UAM), han constatado que el nivel de infección de este virus tiene relación con la concentración en el cerebro de depósitos de beta amiloide. Este factor lo sitúa como factor de riesgo de la enfermedad.

El virus del herpes simple tipo 1 tiene una alta prevalencia en la población y puede llegar a instalarse en el sistema nervioso. Suele contraerse en la infancia y su origen se localiza en las células epiteliales de la mucosa oral/nasal. Desde ahí se transporta a las neuronas de los ganglios del nervio craneal trigémino. Allí permanece latente durante toda la vida.

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Así, según informa la UPO en una nota de prensa, el estrés, la inflamación persistente y la inmunosupresión, entre otros, pueden favorecer el acceso de este virus al cerebro durante el envejecimiento. Esto expone al sistema inmunológico, que quedaría en una situación más vulnerable. También favorece la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, encargada de impedir la entrada de sustancias nocivas.

José Luis Cantero, catedrático de Fisiología de la Universidad Pablo de Olavide, es el autor principal de este trabajo. Asegura que los “estudios en modelos celulares y animales han mostrado que la reactivación recurrente de HSV-1 incrementa la patología cerebral de la enfermedad de Alzheimer”. Junto a él también ha trabajado Mercedes Atienza, investigadora del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la UPO

No obstante, precisa que “los hallazgos en humanos son muy escasos y han sido obtenidos en las fases clínicas de la enfermedad, cuando el daño cerebral es muy evidente".

El beta amiloide, antes de los síntomas

En cualquier caso, el estudio ha demostrado que el nivel de infección de HSV-1 está directamente relacionado con las placas de beta amiloide en las personas mayores asintomáticas, tal como apuntan desde la UPO. Aparecen varias décadas antes de los primeros síntomas del Alzheimer.

Esta asociación es incluso más evidente en los casos que cuentan con la variante genética APOE4. Lo tiene el 25 por ciento de la población y es el factor de riesgo genético más importante para desarrollar la enfermedad.

Tal como apunta María Jesús Bullido, profesora de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid y co-aoutora del estudio, hasta ahora no había evidencia en personas asintomáticas de esta relación entre la carga viral del HSV-1 y las placas de beta amiloide.

La hipótesis de los investigadores es que los niveles más elevados de HSV-1, además de incrementar el volumen de beta amiloide en el cerebro, también incrementaría la inflamación periférica, lo cual favorece el desarrollo de la enfermedad.

Allana el camino de la enfermedad

“No es que el virus del herpes simple 1 cause Alzhéimer, probablemente sea un factor más que contribuye a allanar el camino a la enfermedad”, explica Cantero.

Este estudio, publicado en la revista revista Alzheimer's Research & Therapy, recuerda los antecedentes. Numerosos estudios ya han avalado la posibilidad de que las infecciones crónicas bacterianas contribuyan al desarrollo de la enfermedad.

En este contexto, aportaciones como la de la Universidad Pablo de Olavide pueden contribuir a la identificación de nuevas estrategias preventivas y tratamientos para el Alzheimer