Sevilla

Sevilla se prepara para el verano. Desde junio hasta septiembre, las altas temperaturas, en torno a los 40 grados, se convierten en una rutina difícil de soportar. En el 2024 no será diferente. De hecho, hará incluso más calor.

Así lo confirma Juan de Dios del Pino, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Andalucía. “Se espera con una alta probabilidad que las temperaturas sean mayores que las del año pasado”, asegura, aunque recuerda que los pronósticos todavía pueden oscilar.

Por el momento, en base a los modelos que manejan, se espera que los meses de junio y julio superen en algo menos de un grado la media de 2023. En agosto y septiembre, el calor se notará más, ya que el promedio del año pasado se puede rebasar en más de un grado.

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En todo momento, Juan de Dios del Pino se refiere a los valores medios, pero “no se pueden pronosticar las olas”, en las que temperaturas superarán ampliamente los 40 grados. El récord de Sevilla es de 46,6 grados el 23 de julio de 1995. No es descartable que se supere.

Una vez más, las temperaturas más altas volverán a registrarse en la comarca de la Campiña, donde se encuentra la localidad de Écija, una de las tradicionalmente más cálidas. En las sierras, Norte y Sur, el tiempo será algo más fresco, pero siempre dentro de los valores altos.

Por el momento, lo que se sabe es que los días serán más cálidos en su cómputo global. En cualquier caso, la previsión exacta para los meses de junio, julio, agosto y septiembre será oficialmente presentada a comienzos de junio por la AEMET. 

Como suele ser habitual, también realizarán un balance de la estación anterior, una primavera que ha resultado muy variable. Sobre mayo, Del Pino prefiere no adelantar conclusiones. “Es un mes con periodos fríos y cálidos. Ahora vienen valores altos. Hasta que no termine el mes no hacemos esas valoraciones”, ha asegurado.

Los 40 grados se harán esperar

Aunque las temperaturas van subiendo, los primero 40 grados de la temporada van a esperar. No se adelantarán a la temporada veraniega, que para los meteorólogos ya empieza el 1 de junio.

“Los 40 grados históricamente nunca ocurrían antes de la segunda decena de junio. En 2015 se adelantó un mes, en la segunda semana de mayo. Se volvió a repetir en 2018. Fue en la última decena de mayo. En esta ocasión, no se van a llegar a los 40 grados en mayo", asegura Del Pino.

De cara a las semanas siguientes, desde este miércoles ya se percibe un aumento de temperaturas hasta los 30 grados y para el fin de semana se esperan alcanzar los 35. A partir de ahí, hay “incertidumbre”. El modelo ahora refleja un incremento hasta los 37 grados para el martes, pero la previsión “puede fluctuar”.

Señal del cambio climático

Para Juan de Dios del Pino, el aumento de la temperatura media global para el verano es señal inequívoca del cambio climático.

“Cuando uno empieza en la observación de temperatura y empieza a medir, el primer año son todo récord, al año siguiente cada vez empieza a haber menos. Lo que está pasando es que en lugar de ir decayendo, están aumentando”, comenta el delegado territorial de AEMET en Andalucía.

Del Pino explica el calentamiento global como un factor externo y decisivo que altera las temperaturas. “Es como si el tiempo estuviera trucado porque alguien está haciendo trampa”, zanja.