Pasar el verano en Cádiz es el plan soñado de millones de españoles que apuestan por quedarse en España en sus vacaciones. A simple vista, muchos piensan en pueblos como Conil de la Frontera, Tarifa o la propia capital, pero en la misma zona hay otros menos conocidos.
Es el caso de Barbate, un destino que cuenta con algunas de las mejores playas de la provincia y donde los precios son algo más baratos que en las localidades vecinas.
Es un pueblo de tradición marinera, con mucha historia y cultura. Hay constancia de su existencia desde el Paleolítico Inferior. Por él han pasado fenicios, romanos y árabes.
[El pequeño pueblo de Sevilla con un restaurante reconocido por Michelin donde se come por 35 euros]
Es un enclave que todavía mantiene la espontaneidad. Pasear por las calles de su casco histórico, repleto de bares tradicionales, tiene mucho encanto. Es un entorno inigualable para pararse a degustar sin prisas los vinos generosos de la provincia.
Sobre todo, la religión en Barbate es el atún. Sus pescadores son expertos en el arte de la almadraba y eso se nota en las mesas de sus establecimientos hosteleros, de lo más variados.
Para todos los bolsillos
Tiene uno de los mejores restaurantes de la provincia, El Campero, que hace auténticas maravillas con todos los cortes del atún rojo, sin olvidar otros pescados, mariscos y arroces. No obstante, Barbate es apto para todos los bolsillos. En sitios como la Peña El Atún será posible probar todas las delicias de este pescado a precios muy económicos.
El Mercado de Abastos, con decoración marinera, también es un espectáculo. Además, los enamorados del pescado podrán acercarse a la lonja. En su gastronomía tampoco hay que olvidar la carne de retinto, con la que hacen hamburguesas exquisitas.
Por supuesto, más allá de los placeres culinarios, Barbate destaca por sus playas. La del Carmen es la que está más metida en su núcleo urbano. Tiene 40 metros de ancho y 1.300 metros de largo. Es la que suele estar más concurrida.
Algo más alejada está la Hierbabuena, un arenal inmenso y rodeado de vegetación, donde se puede descansar y disfrutar del océano Atlántico sin excesiva masifación. Tiene 70 metros de ancho y 90 metros de largo.
Terreno por explorar
Además, están las playas de Zahara de los Atunes, los Caños de Meca y Zahora. Los tres núcleos se sitúan a escasos kilómetros y pertenecen al término municipal de Barbate. Son perfectos para hacer una excursión de una jornada.
También merece la pena adentrarse en El Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate, donde se pueden practicar muchas actividades deportivas. Son 5.000 hectáreas de terreno donde conviven cinco ecosistemas entre pinares, mar, marismas, dunas y acantilados.
En definitiva, Barbate es un paraíso con mucho terreno por explorar, un pueblo singular que ha sabido mantener su personalidad y donde es posible descansar al margen de la masificación extrema.