Sevilla

Cádiz es uno de los destinos turísticos más solicitados de todo el verano. Sus playas son un paraíso para muchos, pero la elevada afluencia de visitantes hace que muchos de sus arenales estén masificados.

No obstante, el litoral gaditano sigue conservando muchos rincones que se conservan prácticamente vírgenes. En ellos es posible encontrar el oasis de relajación que todo el mundo busca durante las vacaciones.

Uno de ellos está en el término municipal de Tarifa. Es la playa del Cañuelo, la que es considerada como la más bonita de Cádiz por la mayoría de los que la frecuentan.

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Son 800 metros de arena blanca abiertos al océano Atlántico, cuyas aguas suelen mostrarse cristalinas. Está rodeada por acantilados y una vegetación que se mantiene completamente vírgen, con especies protegidas como lentiscos, jaras, enebros costeros o sabinas.

El único problema es que su acceso no es nada sencillo. Por ello, está libre de masificación. Siempre habrá hueco para poner la toalla o la sombrilla.

Para llegar allí hay que andar como mínimo una media hora por el bosque que la precede. Hay varias formas de llegar. Una de ellas a través del Sendero Camarinal-El Cañuelo. Para ello habrá que ir hasta el final de la playa de los Alemanes, en Zahara de los Atunes y aparcar el coche por allí, una vez superada la urbanización Atlanterra.

Desde allí, habría que buscar el Faro de Punta Camarinal. En él comienza un sendero de 1 kilómetro que conecta con la playa. Es en descenso, lo que facilita un camino que también ofrece buenas vistas.

También se puede llegar desde otro paraíso natural como es la playa de Bolonia, pero el camino es más largo. Hay que dejar el coche en el inicio del sendero y caminar en dirección a las ruinas de Baelo Claudia. Luego habrá que ascender por la carretera Sierra de la Plata por detrás del complejo arqueológico. El camino directo hacia El Cañuelo es de unos dos kilómetros.

La caminata merecerá la pena solo por pisar la arena de esta playa, donde muchos aprovechan para practicar el nudismo. Incluso en pleno agosto hay espacio de sobra para poner la sombrilla. Como es lógico, no dispone de servicios como duchas o chiringuitos. También permite refugiarse del fuerte viento de levante.

Sin lugar a dudas, la del Cañuelo es una de las playas más bonitas y menos masificadas de Cádiz, donde hay muchas más posibilidades de disfrutar de territorios completamente vírgenes.

Otras playas poco masificadas

Otra de ellas es la de Castilnovo, que pertenece al término municipal de Conil de la Frontera. Está entre Los Bateles y El Palmar. Se puede acceder desde esta última, dejando el coche en uno de sus aparcamientos del final. Está a unos minutos andando hacia la derecha según se pisa la arena.

Por su parte, la playa de Zahora, especialmente en su parte más cercana al Faro de Trafalgar suele congregar a poca gente, al igual que la de la Mangueta, que también se ubica en esta zona.

También están las Calas de Roche. Hay menos gente en las más alejadas del núcleo de Conil de la Frontera, como la Cala Enebro. Además, tampoco hay que olvidar Bolonia. No obstante, para huir de la masificación habrá que buscar la parte más alejada a las dunas.