Sevilla

Sevilla tendrá Presupuestos en verano, pero los plazos pueden alargar el trámite hasta el mes de agosto. Desde el fracaso de la cuestión de confianza de este viernes, tal como marca la Ley Orgánica del Régimen Electoral, se abre el plazo de un mes para una moción de censura.

Todos los grupos de la oposición han sido claros. Ninguno va a presentarla. Para ello tendrían que ponerse de acuerdo para elegir un candidato alternativo.

Tras la votación de la cuestión de confianza vinculada al Presupuesto, las formaciones tienen hasta el 7 de julio para formalizar una moción de censura. Un mes completo.

Si se confirma lo esperado y nadie la presenta o si simplemente no sale adelante, las cuentas quedarían automáticamente aprobadas, en un primer paso, pero todavía no se podrían poner en marcha.

A partir de ahí, empezaría otro plazo de 15 días hábiles desde su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Se podrán presentar reclamaciones. Si nadie lo hace, las cuentas quedarían definitivamente aprobadas a finales de julio.

No obstante, cabe la posibilidad de que se presenten reclamaciones. En ese caso, la situación se resolvería en un Pleno Extraordinario. Según fuentes municipales, se celebraría a inicios del mes de agosto.

Dos rechazos en una semana

Son los trámites legales que deben seguir la aprobación de unas cuentas que han sido rechazadas doblemente en una semana, la segunda en la cuestión de confianza de este viernes.

Hasta ese momento, José Luis Sanz gobernaba con los Presupuestos prorrogados. Había buscado el apoyo puntual de diversos grupos de la oposición para llevar a cabo modificaciones presupuestarias.

Sin embargo, tal como reiteraban los populares, la gestión era muy compleja y suponía un “bloqueo” para la ciudad. Las negociaciones con PSOE, VOX y Podemos-IU, activadas en el mes de mayo no prosperaron y las cuentas fueron rechazadas la primera vez que se votaron, el pasado lunes.

Por ello, el Gobierno municipal activó inmediatamente una cuestión de confianza vinculada a los Presupuestos en una operación similar a la que permitió a Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, aprobar sus cuentas.

Al perder esta votación, Sanz ha activado el contador para la aprobación definitivamente de unos Presupuestos de 1.290 millones de euros que, como muy tarde, estará en marcha a principios del mes de agosto.