Sevilla

La Policía Nacional ha desarticulado una banda que se dedicaba a robar a comerciantes chinos de Sevilla. La organización también actuaba en Málaga y Sevilla y, fruto de los robos, se habrían hecho con casi 300.000 euros. 

Los ladrones usaban la información de un socio magrebí de los empresarios para saber a quién, cuándo y dónde robar a los empresarios. El comerciante oriental, que los investigadores tachan de "infiel", les facilitaba la información, que tenía porque tenía "una estrecha relación comercial". 

Cae una red de robo de empresarios chinos

Los ladrones aprovechaban que las víctimas iban a polígonos de la provincia de Sevilla para cerrar importantes acuerdos de compraventa. En su camino es donde los interceptaban haciéndose pasar por agentes de la Policía Nacional. 

Los ladrones, en ocasiones, también abordaban a sus víctimas en la carretera y "empleaban violencia contra ellas", señalan fuentes de la investigación. 

Los agentes han detenido a 15 personas por estos hechos y se les acusa de los delitos de "robo con violencia o intimidación, usurpación de funciones públicas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal". En total se hicieron con 290.000 euros durante sus asaltos.

Primer robo, en Málaga

El primer robo se dio en Málaga. Allí abordaron a una empresaria china a la que robaron 70.000 euros que llevaba en efectivo. Fue el inicio de la operación contra esta banda.

"Cinco de los robos esclarecidos se produjeron en la provincia de Málaga, en concreto dos asaltos en Málaga capital y tres en Antequera; otros dos en las localidades sevillanas de Estepa y Los Palacios; y uno en Jerez de la Frontera (Cádiz)", señala la Policía Nacional.

Todas las víctimas de los robos eran comerciantes de nacionalidad china con negocios emplazados en el parque empresarial de la Carretera Amarilla, en Sevilla. Los empresarios denunciaron que habían sido abordados en distintos puntos de la geografía andaluza cuando se dirigían a cerrar la compraventa de mercancía con otros negociantes compatriotas.

Balizas para seguirles

Según los investigadores, los ladrones contaban con expertos en tecnología que llegaron a colocar balizas en los coches de sus víctimas. De esta forma, seguían sus movimientos en todo momento y sabían dónde asaltarles. 

La red contada con una estructura bien definida y un claro reparto de funciones entre sus miembros, disponiendo con hombres "de paja" que alquilaban vehículos a su nombre para ser empleados por terceros, otros encargados de balizar los vehículos de las víctimas, y los autores materiales de ejecutar los asaltos, entre otras misiones.

En una primera fase de la operación, los agentes detuvieron a once personas por su presunta responsabilidad en los hechos delictivos y realizaron nueve registros en Sevilla, Dos Hermanas y Utrera. La Policía Nacional intervino 43.540 euros en efectivo, siete vehículos, chalecos de la Guardia Civil, un dispositivo lanza-destellos, teléfonos móviles y balizas, entre otros efectos.