Una investigación conjunta entre Policía Nacional, Mossos d'Esquadra y la Policía Judiciaria portuguesa ha concluido con el desmantelamiento de una organización criminal internacional que actuaba contra personas de edad avanzada.
Los cabecillas de la trama realizaban las llamadas telefónicas desde Portugal, mientras que los que llevaban a cabo los fraudes actuaban en Andalucía y Cataluña (para así deslocalizar su núcleo de actuación y complicar la tarea de los agentes).
Hasta 54 son los detenidos, a quienes se les atribuyen delitos de pertenencia a un grupo criminal y robos con violencia e intimidación entre otros.
Un total de 19 entradas y registros entre Tarragona, Sevilla y Faro en las que se ha encontrado material que confirma las sospechas de los distintos cuerpos policiales. En una de las entradas en el país vecino, se encontró un ordenador portátil con información bancaria de la última víctima, a la cual ya se le habían sustraído joyas y dinero.
Los estafadores, con la ayuda de sus "técnicos", se hacían pasar por trabajadores del banco e incluso policías y se presentaban en el domicilio de las víctimas. La justificación, solía ser la misma: impedir que una organización criminal les robara el dinero en efectivo o de dispositivos electrónicos.
Intimidación a los ancianos
Una paradoja cuanto menos curiosa, que aprovechaba la desinformación de estas personas de edad avanzada. La intimidación era el método para asustar a las víctimas y que así se vieran forzadas a entregar sus pertenencias, aunque de lo contrario, también ejercían la violencia.
En una de las estafas, uno de los detenidos, haciéndose pasar por policía y bajo el pretexto de asegurar sus joyas, se quedó a dormir en casa de una mujer de 74 años que vivía sola. Una vez dentro, abrió la caja fuerte con una radial y la vació por completo.
En otra ocasión, los detenidos visitaron el domicilio de una misma víctima en varias ocasiones, llegando a robar un total de 400.000 euros.
Desde 2023
La investigación policial, que comenzó en 2023, sigue su curso a la espera de concretar otras detenciones relacionadas con la recepción de dinero.
Estos 54 detenidos pasaron a disposición judicial el pasado 6 de junio, donde el juez decretó el ingreso en prisión provisional de siete de ellos y medidas cautelares para el resto.
Este es el nuevo método de fraude que amenaza sobre todo a personas de la tercera edad, recibe el nombre de vishing y consiste en hacerse pasar por un operador externo para engañar a la víctima.