Sevilla

En septiembre de 2023 el recién estrenado alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, afrontaba con una mayoría suficiente pero no absoluta. Una situación que le complicaba el tener un presupuesto para este 2024, instrumento esencial para la estabilidad de su mandato. Y que parecía abocarle a un pacto con Vox. 

Un año después, cuando arranca su segundo año político, Sanz ha conseguido darle un giro de 180 grados a su situación: tiene aprobadas las cuentas para 2024, ya ha empezado los trabajos para las de 2025 y ha conseguido sentar a la mesa a patronal y sindicatos para tratar los temas clave de la ciudad, alejando así cualquier opción de gobierno de coalición. 

La apuesta por el diálogo -marca de la casa en el PP andaluz y una cuestión en la que Sanz coincide con la estrategia del presidente de la Junta, Juanma Moreno-, consiguió que la pasada semana los líderes de CCOO y UGT en la provincia, así como el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) diesen un tirón de orejas a la oposición. 

Porque tanto los sindicatos como la patronal criticaron el bloqueo que sostuvo la oposición para la aprobación del Presupuesto de Sevilla de este año y animó a los grupos políticos a entenderse para llegar a un acuerdo sobre las cuentas del año que viene. 

Sanz lo dejó claro: "Habrá presupuesto en 2025 sí o sí". La misma seguridad que mostró con los de 2024, que finalmente sacó adelante con una estrategia audaz en la que forzó a la oposición a sacar adelante primero una cuestión de confianza y luego una moción de censura. La jugada le dio cuentas para lo que queda de año y ya están licitadas por encima del 50 por ciento. 

Estrategia política

Si no hay acuerdo -algo que quieren evitar, como señalan en público y en privado desde el grupo de Gobierno municipal-, Sanz puede echar mano de nuevo de esta estrategia que le funcionó este año. Y le dejaría con cuentas propias en 2025, que podría prorrogar hasta 2026, a meses solo ya de las siguientes elecciones municipales. 

Pero el alcalde tiene más retos, además del presupuestario, sobre la mesa. Está la cuestión del turismo, de los veladores, de la ampliación de la Feria, una agenda de eventos religiosos -o no- que tensionan los recursos de la ciudad, la conexión aérea de la ciudad con destinos internacionales, la capitalidad de la ciudad...

A muchas de estas cuestiones Sanz ya ha empezado a darles solución. Sobre el turismo y los pisos de corta estancia, mantiene reuniones con la oposición hace meses para sacar adelante una normativa que permita limitarlos. Una vez más, la apuesta por el diálogo. Aunque, por ahora, no acaba de encontrar el ok de los demás grupos. 

Esto es así porque desde la oposición piden medidas más radicales que las que el alcalde propuso tras el estudio de un informe de expertos que supondría limitar al 10 por ciento el número de pisos turísticos por barrios. De facto, sería una moratoria en el Centro y Triana, las zonas más saturadas. 

La oposición, en bloque

Pero la oposición coincide en que no es suficiente. PSOE, Vox y Podemos-IU han pedido al alcalde que la tasa máxima sea más baja del 10 por ciento y que, mientras se aprueba una normativa, se haga una moratoria total de licencias. 

Tras varias reuniones -empezaron en primavera y, llegados al otoño, no han dado resultados-, el alcalde ya advirtió que nadie les va a ganar en encuentros. Siguen con la intención de escuchar a los demás grupos para sumar ideas. Además de una voluntad genuina de diálogo, coincide en la estrategia una necesidad de votos prestados, por lo que no se espera que nadie rompa la baraja en este asunto. 

Relacionado con el turismo está la cuestión de la tasa para visitantes. El alcalde se abre a implantarla, aunque tendrá que coordinar esta medida con la Junta y otras capitales andaluzas gobernadas por el PP también como es Málaga. En todo caso, siempre ha defendido que, de aprobarse, debe tener contar con el sector turístico, destinarse a la promoción de la ciudad y su mantenimiento y sus beneficios, llegar a todos los barrios de Sevilla. 

Sobre los veladores, el zafarrancho contra los bares que incumplen ha supuesto un rosario de advertencias y multas semanales. La pasada le tocó inspección -y sanciones- a los locales de la calle Regina. Pero durante meses se han anunciado multas y retirada de mesas en Triana, el Centro y los demás barrios de Sevilla.

Pleno de septiembre 

La normativa que regula esta cuestión llegará, con probabilidad, al Pleno de septiembre. Aumentan las multas para quienes incumplen, habrá más mano dura y, una vez más, desde el Ayuntamiento presumen de haberse sentado a hablar con todas las partes, que han podido, aseguran, aportar sus ideas. 

Más complicada es la cuestión de las fiestas de la ciudad, tema especialmente sensible. La Feria, que Sanz prometió ampliar, es más que posible que no vea las nuevas casetas hasta 2026. El bloqueo de los Presupuestos de este año, indicó el primer edil, impidió gestionar a tiempo este proyecto. En todo caso, fuentes del Gobierno municipal aseguran que es una idea que se llevará a cabo. 

La Semana Santa es otra cuestión. No la semana de Pasión en sí sino los actos y procesiones extraordinarios. Desde la magna de este diciembre hasta las coronaciones, traslados y misiones. Suponen un esfuerzo para las plantillas de la Policía Local y de limpieza, entre otros servicios, que el mismo Gobierno local ha señalado como un desafío. El nuevo curso político puede ser el momento de abordarlo. 

La sequía -que vuelve a amenazar a Sevilla tras unos meses de calma-, la ampliación del Metro, la construcción de nuevos barrios... El alcalde tiene por delante asuntos suficientes para poner a prueba su estrategia de diálogo y gestión sin poder excusarse ya con la falta de tiempo. 

Ordenar

Porque, el mismo Sanz ha señalado en varias ocasiones que los primeros meses de su mandato han servido para poner las cosas en marcha en el Ayuntamiento. Ordenar departamentos, potenciar equipos y mejorar procesos. No le gustó lo que vio al llegan tras años de gestión del PSOE. 

Pero él mismo -y su equipo- son conscientes de que esa parte del trabajo es más gris y menos 'vendible'. Si embargo, es fundamental para que Sevilla navegue a buen ritmo desde ahora con un equipo, además, más potente con la ampliación de competencias en ediles clave como Angie Moreno, Juan de la Rosa o Evelia Rincón.