Sevilla

Desde inicios de agosto, una madre se encuentra en prisión por supuestamente matar a su bebé de cuatro meses en el barrio sevillano de San Jerónimo. En un principio, el pequeño no arrojaba signos de violencia, pero pocos días después la mujer fue detenida al confesar el crimen. Reveló que lo había hecho porque no paraba de llorar.

Tal como confirma la Policía Nacional, el bebé ya entró en el Hospital Virgen del Rocío fallecido. En principio, se le imputa un delito de asesinato, pero el proceso está todavía en fase de instrucción, por lo que la acusación podría ser modificada.

Según ha adelantado Diario de Sevilla y ha podido confirmar este medio, los hechos se registraron el 27 de julio. La madre tras avisar al padre de que su hijo no reaccionaba, habló con una vecina, que directamente llamó al servicio de Emergencias. Además de acudir una ambulancia, también se personó en el domicilio la Policía Nacional.

Lo trasladaron al Hospital Virgen del Rocío, donde los sanitarios certificaron su muerte. Fue al practicar la autopsia en el Instituto de Medicina Legal cuando se apreciaron signos de violencia.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación e interrogó a varios vecinos. Finalmente, la mujer llamó a una comisaría cinco días después, el 1 de agosto, para confesar que había matado a su hijo porque no paraba de llorar. Le dio un golpe en la cabeza y le apretó el cuello hasta que dejó de moverse.

Un día después pasó a disposición judicial, que dectretó su ingreso en prisión provisional, sin fianza. En los interrogatorios posteriores amplió su relato, revelando que se había tomado varios litros de cerveza ese día y que estaba muy arrepentida.

Según apunta Diario de Sevilla, la versión de la madre concuerda con lo arrojado por la autopsia. El bebé presentaba un "hematoma subdural" que se relaciona con el golpe en la cabeza.

No obstante, tal como confirman fuentes policiales, la fase forense no ha finalizado. Indican que al tratarse de un bebé las pruebas son diferentes, por lo que hay que esperar para conocer exactamente la causa de la muerte.