Candi, el hombre que se cambió de sexo y ahora se identifica como mujer tras una condena que recibió por agredir a su ex, se enfrenta a nuevos problemas con la Justicia. La defensa de su antigua pareja, la mujer que interpuso la última denuncia por maltrato, quiere que lleve una pulsera telemática de geolocalización o que ingrese en prisión preventiva.
Según un escrito de la defensa de la víctima, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Candi —Cándido cuando figuraba como un hombre en el registro— se habría saltado la orden de alejamiento de 300 metros que se le impuso mientras durase el proceso para garantizar la seguridad de su última denunciante.
Así, según relata el escrito, "ni un mes después" de que Candi recibiese la prohibición de acercarse a su expareja, el abogado de ésta última asegura que se personó en la casa. E "incumplió la orden de alejamiento, insultándola y amenazándola desde la puerta del domicilio", narra.
Esto habría ocurrido el pasado 9 de agosto. Por ello, la defensa de la mujer ha pedido al juez encargado del caso que imponga una pulsera que geolocalice a Candi para evitar así que se vuelva a acercar a su ex.
Además, la defensa ha solicitado que ingrese en prisión provisional como medio de protección de su expareja, a la que agredió y por lo que recibió una condena. Asimismo, el escrito señala el "riesgo de reincidencia" por parte de Candi y por "el peligro inminente para la integridad física" de la denunciante, que padece "un estado anímico mermado", y debido a la "actitud desafiante" del encausado.
Este caso ha sido especialmente polémico porque la defensa de la mujer agredida asegura que Candi cambió de sexo en el registro para sortear las consecuencias de la Ley de Violencia de Género.
De hecho, su caso salió del Juzgado encargado de este tipo de asuntos, el de Violencia contra la Mujer, y pasó a uno ordinario, debido al cambio de sexo registral de Candi. Sin embargo, en una resolución reciente, el nuevo juez devolvió la causa, por el momento, al juzgado original, en tanto se determine si Candi debe responder o no ante la ley a través de la legislación específica contra el maltrato machista, lo que supondría aceptar que su cambio de sexo tan sólo pretendía burlar la norma.