Los azules ojos de Paco Rodríguez brillaron más que nunca en la tarde de este domingo. Se trata de un paciente de movilidad reducida que cumplió su mayor sueño, volver al estadio y animar a su equipo, el Real Betis Balompié.
Paco Rodríguez, de 81 años, es el socio número 103 del equipo sevillano. A causa de las graves secuelas de su enfermedad y de un deterioro paulatino de esta, no pisaba el Benito Villamarín desde antes de la pandemia. Ayer lo volvió a hacer acompañado de sus hijos y nietos.
Todo ello gracias a la Fundación Ambulancia del Deseo, que busca cumplir la última voluntad de enfermos terminales, personas que llevan mucho tiempo encamadas o que sufren enfermedades incurables.
Sandra Granero, una de las responsables de esta organización en Andalucía, en declaraciones a EL ESPAÑOL, cuenta que Paco "no cabía en sí, no se podía ni imaginar volver a pisar el estadio del Real Betis".
"Estoy en la gloria", decía Paco a sus hijos y nietos, quienes se emocionaron al ver la felicidad que el rostro del abuelo desprendía.
Una tarde de ensueño
La tarde empezó de la mejor forma para Paco, con compañeros y amigos de la peña bética que él mismo fundó esperándolo bajo su casa. Después, gracias a la ambulancia y al equipo de sanitarios que la fundación puso a su disposición, lo trasladaron a su lugar favorito, el estadio del Betis.
Allí, en una esquina a pie de campo pudo volver a vivir un partido de su equipo. Lo hizo de la forma más vibrante y emocionante. Se acercaron a él directivos y jugadores, se pudo echar fotos con Rafael Gordillo o Joaquín Sánchez. Incluso Giovani Lo Celso, el autor del gol que le dio la victoria a los verdiblancos, le regaló su camiseta.
Paco no paró de animar y repetía una y otra vez "tiene que marcar el Betis como sea". Y así fue, en los últimos minutos del partido el equipo de Heliópolis cerró la tarde perfecta para el vecino de Triana, que "estaba en una película, en una especie de sueño".
Tras el partido, en los aledaños del estadio, compañeros de asiento de Paco en el campo se acercaron para saludar al fiel seguidor del equipo. Uno de ellos, el socio número 104, se emocionó al ver a Paco y recordar el día en que ambos sacaron el carnet juntos.
Cómo se llevó a cabo
La hija de Paco, a través de la plataforma de la fundación, rellenó el formulario y eligió el Benito Villamarín como destino para cumplir uno de los últimos deseos de su padre, volver al sitio en el que siempre había sido tan feliz.
Otro de sus hijos recuerda vivir el Betis desde que nació gracias a su padre. En las últimas temporadas se cambiaron los papeles y era él quien llevaba a su padre al estadio, como tantas veces Paco acompañó a su hijo.
Sandra Granero asegura que la atención del Real Betis Balompié para llevar a cabo esta visita fue "exquisita" . "Llevábamos varias semanas en contacto con ellos y desde el primer momento se mostraron dispuestos a ayudar y gestionar este día para el paciente".
"Paco no paraba de darnos las gracias, le brillaban los ojos como nunca y su cara de felicidad lo decía todo". "También su familia rebosaba de felicidad", cuenta la responsable de esta fundación.
Una acción que vuelve a poner en valor la función que esta organización cumple. Consiguieron que su enfermedad pasara a un segundo plano y brindaron a Paco un día de extrema felicidad que siempre llevará consigo.