El jurado popular ha declarado culpable al hombre que mató a su mujer en 2022 en el barrio de San Jerónimo y luego escondió el cadáver en el río. Según la sentencia, que se ha leído este martes, el varón, que se llama Alfredo G. C., asfixió a su novia y luego llevó al Guadalquivir los restos mortales para no ser descubierto.
El hombre ya había confesado. Pero aseguró en su momento que no quería matar a la mujer y que se movió movido por los celos y la rabia. Además, alegó que había consumido alcohol en el día de los hechos.
El jurado, por unanimidad, ha señalado que mató a la mujer, que se llamaba Virginia porque ella quería acabar con la relación sentimental que les unía y por los celos que le había provocado otra posible pareja de ella.
De esta forma, en abril de 2022, ambos, asesino y víctima, convivían en el mismo domicilio de San Jerónimo donde él acabaría matándola. Durante una fiesta que celebraban ese día, él le pegó a ella porque le vió una señal en el cuerpo que probaba que había estado con otra persona.
Las personas que estaban en la celebración le pararon y él se marchó del domicilio. Pero volvió, aprovechando que los invitados se habían quedado dormidos en el salón del piso, asfixió hasta la muerte a su pareja.
Se da la circunstancia, además, de que el ahora condenado ya había agredido a su pareja antes. De hecho, fue condenado. Pero ambos retomaron la relación y empezaron a convivir en el apartamento donde sucedió el crimen.