El acto central del Día de la Policía Nacional, que ha contado con la presencia del ministro Fernando Grande-Marlaska, en la Plaza de España de la capital andaluza ha tenido su intrahistoria. Por dos cuestiones que han llamado la atención a los pocos presentes.
Por un lado, la ausencia de público que pudiera presenciar libremente el desfile aunque fuera detrás de unas vallas y, por otro, el veto al discurso del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que ha presidido el acto junto a otras autoridades como el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.
Según ha podido confirmar este periódico, cuando Juanma Moreno confirmó asistencia pidió intervenir como representante de todos los andaluces. La convocatoria, por parte de la Junta, fue enviada este martes a los medios a última hora de la tarde.
En un principio, el Ministerio accedió con la condición de que no excediera los cinco minutos de intervención. Por tanto, su equipo le preparó un texto con esa duración en el que ensalzaba la labor del Cuerpo con el que debería haber cerrado el acto según marca el protocolo.
Sin embargo, no ha podido darle lectura porque esta misma mañana desde el Ministerio le han negado su intervención, según fuentes del Gobierno andaluz, y que se ceñían a la secuencia inicial prevista con las intervenciones del ministro y el director general de la Policía, Francisco Pardo.
Todo ello 24 horas después de que Juanma Moreno coincidiera con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Moguer para inaugurar el proyecto CEUS. Ambos aprovecharon sus discursos para redundar sobre la necesidad de entenderse en pleno debate por la financiación autonómica y apelaron al espíritu de Doñana tras el pacto alcanzado hace un año.
Sin embargo, tras las intervenciones y aplausos, Moreno y Sánchez se separaban y participaban en sendos corrillos sin mezclarse y con gesto serio, hasta que el propio Moreno acudió al encuentro del presidente para despedirle de las instalaciones.
Asistencia de público
En cuanto a la no asistencia de público, sólo han podido entrar los invitados, principalmente familiares de los condecorados, y los periodistas, pero las medidas de seguridad han sido imponentes. Una hora antes de que comenzara el acto, el control policial de acceso se había situado a las afueras de la plaza, concretamente a la altura del Bar Citroën.
Grande-Marlaska llegó en coche hasta la zona y ya en el interior de la plaza estuvo acompañado por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, o el presidente de la Diputación, Javier Fernández, entre otras autoridades.
El acto, que se celebra el día de los patrones de la Policía Los Santos Ángeles Custodios, ha consistido en la entrega de condecoraciones, el homenaje a los caídos y desfiles de diferentes unidades del Cuerpo.
Durante su discurso, el ministro ha ensalzado la labor de la Policía Nacional que hace que España sea "uno de los países más seguros del mundo", con una tasa de criminalidad mantenida desde 2022 de 48 delitos por cada mil habitantes, "una de las más bajas de la Unión Europea".
Así frente a las "mentiras que dañan nuestra convivencia", los datos, afirma el titular de Interior, muestran que el volumen de extranjeros residentes en España ha crecido un 1%, según el Instituto Nacional de Estadística. Mientras que la tasa de criminalidad convencional "ha descendido 6,1 puntos en el mismo periodo".
En sus declaraciones posteriores a los medios, Marlaska se ha referido a la capital andaluza. En concreto, ha descartado que en Sevilla haya un problema de falta de agentes de la Policía Nacional, como viene destacando el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz.
Así, Marlaska ha asegurado que en Sevilla hay "un once por ciento" más de agentes que en 2018. Sin embargo, no es lo que defienden ni el Ayuntamiento de Sevilla ni los sindicatos. Ambos coinciden en reclamar a Marlaska que destine más agentes a la ciudad, toda vez que la plantilla, aseguran ambas fuentes, está por debajo de lo previsto.