El delegado de Barrios de Atención Preferente, Pepelu García, ha salido al paso este miércoles a la polémica suscitada por los dos nuevos centros de acogida para personas sin hogar que se van a construir en Sevilla.
Según ha explicado el edil, ninguno de los dos permitirá que los residentes entren y salgan a voluntad. Tampoco, ha añadido, se podrá llegar a la puerta para solicitar plaza. Los usuarios, ha detallado, llegarán derivados de los servicios sociales.
García se ha mostrado sorprendido de la polémica puesto que, ha revelado, en Sevilla ya funcionan dos centros iguales a los que se han planteado y cuya licitación se espera que esté lista en el primer semestre del año que viene.
Esos dos centros ya en funcionamiento tienen la misma estructura y reglas que los que despertaron las críticas de los vecinos del Cerro del Águila. García han preferido no desvelar dónde están esos dos espacios de integración para proteger a sus residentes, pero "se han integrado en su zona y no tienen ningún problema ni de vecindad ni de crean malestar".
Sobre los dos nuevos centros, que "no son albergues", ha subrayado de nuevo el concejal de Asuntos Sociales, ha detallado que ocuparán menos de un tercio de cada parcela, de modo que queda espacio para otros usos del barrio como bibliotecas o centros cívicos.
"Mensajes de odio"
Con estos datos, García ha querido "desmentir bulos y mensajes de odio" que ha visto, indica "en las redes sociales. "Queremos lanzar un mensaje de tranquilidad", ha añadido.
Los centros -serán cuatro en Sevilla cuando se construyan los dos nuevos en San Jerónimo y el Cerro del Águila-, tendrán hasta 25 plazas. Serán 20 estándar y otras cinco para personas con movilidad reducida.
El sistema "estará alejado del modelo de macrocentros", explican desde el Ayuntamiento. Así, cada interno tendrá un técnico de referencia para dar una asistencia integral y ayudar a los usuarios a volver a una "vida normalizada".
García ha desvelado que, de los dos nuevos centros que se van a construir, uno de ellos es para mujeres víctimas de maltrato o de trata y, el otro, para personas dependientes o con movilidad reducida.
Operarse
El segundo caso, ha explicado el delegado municipal, es para quienes necesitan intervenciones hospitalarias pero no pueden acceder a ellas porque, al no tener hogar, no tienen dónde pasar el postoperatorio.
Gracias a esta iniciativa, podrán recibir tratamiento médico y recuperarse. Además, en esa convalecencia, se trabajará con ellos en encontrar una salida a su falta de hogar.
Los dos centros nuevos costarán tres millones de euros en total. Un millón y medio por edificio, que contará con huerto y jardín, además de zona para mascotas. Esto es una novedad, ha destacado García, que acerca a las personas con más necesidad a los recursos de ayuda.
"Hasta ahora quien estaba en la calle y tenía una mascota tenía como opciones abandonarla para ingresar en un centro de ayuda o no ingresar para quedarse con ella. Ya no será así", ha señalado el delegado.
Prostitución
En el caso del centro para mujeres, se destinará al colectivo de quienes han sufrido violencia machista o trata. "Tras las intervenciones en pisos o clubes las mujeres, muchas de ellas migrantes, se ven abocadas a volver a la prostitución", ha señalado García.
Con esta ayuda, esperan que eso cambie puesto que las mujeres tendrán un técnico que les ayudará en su búsqueda de empleo y de hogar estable. "Tendrán un centro donde iniciar un proyecto vital", ha destacado el delegado de Asuntos Sociales.
El problema de la falta de un hogar, ha señalado García, afecat aa 765 personas en Sevilla. Eso no quiere decir, ha abundado, que todas estén en la calle. Algunas son usuarias de recursos de ayuda y otras viven en "infraviviendas".
En todo caso, ha destacado el edil, acabar en la calle no es algo que le pase solo a los demás. "Cualquiera puede acabar así", ha destacado.