Pepa, Antoñita, Catalina, Esperanza, Kiska, Pepi, Remedios y Rafaela son mujeres del barrio de Triana, de entre 70 y 97 años de edad. Las ocho comparten un sueño: ser monologuistas, triunfar en el mundo del espectáculo y reivindicar que las mujeres mayores merecen respeto y visibilidad. 

Esta es la premisa de 'Orgullo Vieja', la nueva película documental que el cineasta Chema Rodríguez acaba de estrenar en las salas de cine de toda España.

Sus protagonistas asaltaron la gran pantalla el pasado 4 de octubre, tras su primera muestra el 24 de septiembre en el Festival de San Sebastián. Pero no se trataba de un estreno cualquiera: fue sólo el final de un viaje que se inició hace ya dos años, concretamente en el mes de septiembre de 2022, cuando tuvo lugar el casting.

"La película empieza con ellas conociéndose, antes de emprender todo el recorrido con la obra de teatro. Pero la idea original la creamos mi pareja y yo, y el objetivo, desde el inicio, era hacer esta película" explica Chema Rodríguez en conversación con EL ESPAÑOL de Sevilla.

"Hubo un casting previo. No se trata de una historia que existía y nosotros rodamos, sino que nosotros creamos ese mundo y la compañía de teatro", subraya.

Director consagrado, con varios documentales de éxito a sus espaldas como 'Estrellas de la Línea', Rodríguez no da puntada sin hilo. "Sabíamos que queríamos hacer algo relacionado con las personas mayores en el barrio de Triana", continúa explicando.

"Enseguida nos quitamos a los hombres de en medio, porque son muy ególatras. Sin embargo, las mujeres tienen una fuerza, una vitalidad y una energía extraordinarias", detalla.

Por ejemplo, a Rodríguez le gusta cómo lo explica Pepa, una de las protagonistas, en su monólogo de la película: "Que Dios me perdone, pero cuando murió mi marido yo eché a volar".

Porque esa es una de las claves de esta producción: la historia de ocho mujeres que "se han pasado la vida cuidando de otros", en palabras del director. "Y se plantan diciendo: ahora nos toca a nosotras ser felices y realizar nuestros sueños". 

Después vino la idea de los monólogos. "Debíamos encontrar una forma de contar sus historias, la de cada una de ellas. Y elegimos los monólogos. Creamos el espectáculo y la compañía, todo pensado para la película", concluye.

La película documental 

La elección del documental cinematográfico a la hora de proyectar y contar esta historia global de mujeres de avanzada edad no es casual. Chema Rodríguez debutó en el sector haciendo documentales.

"He hecho ficción, pero a mí me es más fácil contar historias en formato documental", admite. "Este tipo de documental, pensado para cines, tuvo su gran auge a partir del año 2000, con la entrada de las cámaras digitales", nos cuenta.

"La llegada de las plataformas como Netflix ha propiciado un salto cuantitativo. Ahora, en los Premios Goya, se pueden presentar más de ochenta documentales. Hace quince años, veinte", reconoce.

Kiska, una mujer trans en el reparto

Es el día antes del estreno en Sevilla y hablamos con la actriz Ángeles Ortega, alias 'Kiska'. Ella, al contrario que la mayoría de sus compañeras de reparto, no está nerviosa. Como se suele decir en estos casos, tiene más tablas.

Su aparición en la serie 'Veneno', de 'los Javis' (Javier Ambrossi y Javier Calvo) la situó en el radar cinematográfico español. Vivió su infancia en Camas, pero después pasó doce años intensos en Triana. De modo que era una candidata perfecta para este nuevo proyecto.

"A mí me llegó el casting y supe que querían contar con una mujer LGTBI", relata. "Porque es verdad, la mujer es para todo el mundo, también para las personas trans". añade.

El equipo de 'Orgullo Vieja', en Madrid

Chema Rodríguez se puso en contacto con ella, aunque al principio le pareció un proyecto "extraño". "Pero yo soy una mujer muy lanzada para todo", reconoce, "ya con sesenta y seis años, y me tiré al río. Enseguida le vi el color".

Después fue cuando le tocó conocer a "esas pedazo de mujeres". Todo, presume Kiska, "ha terminado en una gran familia, y ha sido muy acertado". 

Hay que tener en cuenta, insiste la actriz, en que no era fácil. Suele hacer de portavoz de todas ellas, porque ya tiene "una experiencia", y sus compañeras en la película han tenido que "salir de su zona de confort".

"Mi madre murió con noventa años, y yo veo a estas mujeres disfrutar de la vida, me recordaban a mi madre y eso hacía también el proceso mucho más ilusionante". En definitiva, Kiska siente que esta película no es una ficción.

"Yo tenía más tablas, pero no tiene nada que ver con eso. Esto es tu vida, es la realidad. Plasmar todas las calamidades y desgracias que les han pasado a las mujeres y a mí misma en unos monólogos, reirte de ello, ha sido una parte muy positiva", zanja la intérprete.