Sevilla

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, anunció a primeros de este año que quería que la ciudad fuese la primera de Andalucía en limitar los pisos turísticos. La idea era llevar la nueva ordenanza al Pleno ordinario de abril.

Pero no pudo ser. El bloqueo de la oposición impidió que la norma saliese adelante y eso abrió un periodo de reuniones que tampoco arrojó luz sobre un asunto en el que, por otro lado, la oposición pide celeridad debido a la gravedad del problema de la vivienda y la turistificación de Sevilla. 

Pero, finalmente, no será hasta octubre cuando se prueba aprobar la medida que, de facto, supone la moratoria total en amplias zonas monumentales y turísticas de la ciudad: el Casco Histórico y Triana. 

Será así gracias a que Sanz ha conseguido el apoyo de Vox para que la nueva ordenanza salga adelante. ¿Cómo? Negociando algunas cuestiones del texto definitivo con las que contentan a los de Santiago Abascal en Sevilla y se garantizan que el texto salga adelante. 

Hay, sobre todo, dos cuestiones que han salido de dicha negociación. La primera tiene que ver con el informe que limita al diez por ciento los pisos turísticos en cada barrio. La segunda, con la reclamación de más capacidad de gestión a los municipios.

Nuevo informe 

En el primer caso la cuestión es clave y no solo la reclamaba Vox. Tanto el PSOE como IU-Podemos también pidieron que ese límite de pisos se revisara. El tope seguirá fijado en el diez por ciento, pero el equipo municipal se ha comprometido a encargar un nuevo informe que analice si no puede variar ese número por zonas. 

Ahí entrarían los barrios donde el esfuerzo de las familias para acceder a una vivienda es superior a la media, las zonas con saturación acústica o las zonas patrimoniales. En esos casos, señala el acuerdo, se puede estudiar bajar del diez por ciento. 

Desde el inicio de la redacción del marco legal para poner límite a las viviendas turísticas, se ha señalado la urgencia de la medida. De ahí que la continua negativa de la oposición a tramitar siquiera la norma causara malestar en el Gobierno municipal. 

La segunda fricción llegó por la cuestión de la moratoria. PSOE e IU-Podemos exigían que se detuviese por completo las nuevas licencias para pisos turísticos en toda Sevilla. El alcalde explicó que la norma que llevaba a Pleno suponía, de hecho, una moratoria total en las zonas saturadas. 

Moratoria

Eso no convenió en su momento a ambos grupos, que se negaron a apoyar el marco para regular estos pisos turísticos. 

De hecho, esos mismos partidos criticaron este lunes el acuerdo que llevará a limitar, ocho meses después, estos alojamientos que, según sectores críticos, calientan el mercado inmobiliario de la ciudad y elevan los precios. 

En el caso del PSOE, porque, aseguran, el acuerdo permite que se sigan dando licencias en las zonas no saturadas. Aseguran que, de aprobarse el texto en los términos actuales, se podrían instalar más de 20.000 pisos más en toda Sevilla. 

"La mancha de aceite de las viviendas turísticas se extenderá a las barriadas periféricas del Casco Antiguo y de Triana", indicaron los socialistas, que abogaban por moratoria inmediata y límite mínimo de pisos por barrio.

Más pisos

Desde IU-Podemos opinan algo parecido. Indicaron este lunes que la aprobación del límite es "una pésima noticia" porque el texto acordado por PP y Vox permitirá hasta "23.000" viviendas de uso turístico más en Sevilla. "Vox le hace el trabajo sucio al PP", ha criticado, planteando la interrogante de "qué va a recibir Vox a cambio".

Vox, por su parte, sacó pecho. El partido, que nunca ha ocultado ni su interés por entrar en el Gobierno local ni su posición contraria a los pisos turísticos se arrogó este lunes el conseguir que la norma salga adelante. 

Así, la portavoz del partido en el Ayuntamiento de Sevilla, Cristina Peláez, señaló que van a "conseguir poner freno a la proliferación de pisos turísticos con medidas sensatas que serán eficaces y así lo ha entendido el gobierno del PP que ha asumido la postura que venimos sosteniendo desde el principio".

Pero, ¿qué dice exactamente la norma que se va a aprobar? Establece un límite del 10 por ciento de pisos turísticos por barrio. Y esa cifra, insisten fuentes del Gobierno municipal, la avala un informe externo que firman expertos. 

Informe de expertos

Porque una de las obsesiones del equipo de Sanz es acotar los pisos turísticos desde la legalidad y sin resquicios normativos. No quieren que ocurra en Sevilla lo que pasó en Barcelona, explican en público y en privado, donde el Ayuntamiento se enredó en cuestiones legales por querer poner coto a esta cuestión por las bravas. 

En todo caso, por encima del 10 por ciento de pisos estarían once barrios. En esos no se podrá dar una licencia más. Y, además, con las inspecciones y medidas como cortes de agua o policías dedicados a vigilar estas viviendas, se espera que se reduzca el número de alojamientos. 

Esos barrios son Santa Cruz, Arenal, Alfalfa, San Bartolomé, Feria, Encarnación-Regina, Santa Catalina, San Lorenzo, San Gil y, San Vicente, en el Centro. En Triana hay dos zonas ya saturadas también. 

También hay zonas que están entre el 5 y el 10 por ciento de pisos turísticos. Ahí se podrá crecer hasta ese límite del 10. Y los que están por debajo del 5, igual: podrán dar más licencias.