El patrimonio ferroviario minero, que tanta proliferación económica y social ha dado a las provincias de Huelva y Sevilla desde finales del siglo XIX, puede tener una nueva vida.

Convertir estos antiguos restos de ferrocarril en vías verdes es el objetivo que se ha marcado la asociación La Rigüela, denominada así por una antigua estación demolida. En España existen más de 2.000 kilómetros de antiguas vías ferroviarias ya convertidas en espacios para disfrutar de la naturaleza.

Concretamente, el proyecto está centrado en el trazado entre la localidad onubense de Cala y la sevillana de San Juan de Aznalfarache, así como sus diferentes ramales, y adaptarlo con un pavimento adecuado para la movilidad activa y sostenible.

En total, la longitud de estas nuevas vías verdes alcanzaría los 180 kilómetros y atravesarían hasta 18 términos municipales, entre la propia ciudad de Sevilla hasta Cala, pasando por San Juan de Aznalfarache, Camas, Aznalcóllar, Santiponce, El Castillo de las Guardas, El Ronquillo, Gerena, Santa Olalla del Cala, Nerva y Zufre, entre otras.

Desde la asociación aseguran a EL ESPAÑOL que este proyecto, al llenar de vida estos espacios, dará "una gran oportunidad a muchos municipios de diversificar y dinamizar su economía, su patrimonio cultural y turístico, y ser un arma más en la lucha contra la despoblación".

De hecho, ya lo han comprobado con los nueve kilómetros de vía verde que ya ha sido transformada en El Ronquillo. En total los citados 18 municipios conforman por sí solos un área de unos 2.000 km2 y unos 850.000 habitantes.

La vía verde ya realizada en el término municipal de El Ronquillo, en Sevilla. Cedida

Exposición en San Juan de Aznalfarache

La puesta de largo de la entidad tendrá lugar el próximo martes con motivo de la inauguración de la exposición denominada 'El patrimonio de los ferrocarriles mineros de Cala y Aznalcóllar'.

La muestra será inaugurada a las 19,00 horas en la Casa de las Artes, antigua sede administrativa del ferrocarril, de San Juan de Aznalfarache con la colaboración de su Ayuntamiento y de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.

Además, el sábado 19 a las 11,00 horas se organizará una visita guiada en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio. Los visitantes podrán hacer un recorrido por la historia de los ferrocarriles mediante fotografías y vídeos, incluyendo animaciones del funcionamiento de los cargaderos o del futuro como vías verdes.

Reunión en el Ayuntamiento de Sevilla

La asociación La Rigüela centrará su actividad en uno de los tres objetivos que plantearon hace tres años A Contramano, la Asociación Sevillana en Defensa de los Caminos Públicos, la Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía y la Federación en Sevilla de Ecologistas en Acción, la protección de Patrimonio Industrial, extendiéndolo a su difusión y puesta en valor.

Este trabajo conjunto ya ha conseguido aunar los esfuerzos de los 18 municipios por los que discurrían los trazados y de las diputaciones de Sevilla y Huelva, plasmado en sendas declaraciones institucionales.

De hecho, sus alcaldes y concejales responsables de la materia tienen previsto reunirse el próximo miércoles en el Ayuntamiento de Sevilla, al estar ubicado parte de este trazado en el término de la capital andaluza.

El fin es que el máximo de agentes económicos pueda beneficiarse, desde el sector empresarial, las diferentes administraciones implicadas y los colectivos civiles interesados, como senderistas, ciclistas y, por supuestos, los vecinos de la zona. 

Situación de los trazados

El sondeo realizado por la Diputación de Sevilla junto con los ayuntamientos implicados en el catastro arroja que físicamente el trazado está bien identificado en general con parcelas que siguen el mismo y los edificios y construcciones anexas.

En cuanto a la titularidad catastral, en su mayoría están asignada a administraciones públicas, o a empresas u organismos dependientes de la administración. 

No obstante, tras mantener varias reuniones con distintas administraciones, desde la asociación piden al Gobierno central que ponga todo su interés y diligencia en resolver el proceso en los próximos meses para todo el trazado de ambos ferrocarriles y sus ramales. Todo ello con el fin de ver estos 180 kilómetros, más pronto que tarde, convertidos en vías verdes.