Los episodios de delincuencia son una constante en las Tres Mil Viviendas. Es el área del Polígono Sur donde en la madrugada del pasado domingo los miembros de dos clanes se cruzaron disparos con armas de guerra, entre ellas AK-47.
Además de ser la zona de menor renta media anual por persona de toda España, sus vecinos, "gente normal en un 90 por ciento", están habituados a sufrir este tipo de reyertas. Algunos de ellos causaron víctimas mortales inocentes, como el la niña de siete años que falleció en 2013. El pasado junio, otra pequeña resultó herida al asomarse a la ventana en uno de estos enfrentamientos.
Las plantaciones de marihuana indoor, alojadas en muchos de los pisos del barrio, están en el origen de la reyerta del pasado domingo. Son, según indican desde el Comisionado para el Poligono Sur, un problema creciente que ha deteriorado todavía más la convivencia en el barrio.
"La gente está muy preocupada, aunque se pueda malacostumbrar a que hayan sucedido tiros al aire en anteriores épocas", indica Jaime Bretón, el responsable de esta institución en la que trabajan conjuntamente Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Andalucía y Gobierno de Central.
El hecho de que en esta ocasión se haya empleado "armamento sofisticado", provoca que haya más "alarma". Los vecinos tienen "miedo" de que alguna de estas "balas perdidas" causen una desgracia como la del 2013.
El temor del barrio se manifiesta en cuestiones palpables. Según indican desde el Comisionado, sus sondeos constataron que los niños asistieron menos a clase este lunes, en plena resaca del tiroteo del domingo.
Bretón insiste en que en todo el Polígono Sur, solo "hay un cinco o diez por ciento que se dedica a las drogas". El resto, la gran mayoría, sufre las incomodidades diarias derivadas de estos conflictos.
Asegura que la proliferación de las plantaciones de marihuana en pisos, que se han puesto de moda "en los últimos ocho años" han deteriorado considerablemente la calidad de vida del barrio. Aunque siempre ha habido "tráfico de drogas", el modo de vida que generan estos pisos, se ha convertido en un problema mayor.
En primer lugar, porque "hace falta mucha luz para mantener las plantas de marihuana y se producen enganches ilegales". Como consecuencia, es habitual que se vaya a la luz y que los transformadores eléctricos salgan ardiendo.
Extorsiones
Además, existen otros problemas de convivencia. Desde el Comisionado para el Polígono Sur describen como muy compleja la realidad de aquellos vecinos que conviven en bloques de edificios con las plantaciones de marihuana.
En ocasiones, según indican, "se les intenta extorsionar" para que malvendan su piso. "Se les hace la vida imposible o se les incomoda" para que abandonen la vivienda. De esta manera, los narcotraficantes van ganando espacio para sus actividades ilícitas en el barrio.
El tiroteo del pasado domingo es solo un episodio más de lo que están acostumbrados a soportar los vecinos. La Policía Judicial trabaja en la zona con varias patrullas para identificar a los responsables y proceder a sus detenciones.
El enfrentamiento se debió a un vuelco de droga entre clanes rivales, 'Los Caracoleros' y 'Los Naranjeros'. Uno de los grupos intentó asaltar el inmueble donde almacenaba la droga el otro. A raíz de esto se produjeron los disparos sin que nadie resultase herido, aunque se encontraron impactos de bala en las ventanas de los pisos cercanos.
Mientras la investigación está en marcha, se ha abierto un debate sobre las actuaciones a seguir en el Polígono Sur. Desde la plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diversos colectivos del barrio, piden "acabar con la impunidad" de los delincuentes y no "esperar a que haya una guerra.
Su portavoz, Rosario García, señalaba en Europa Press que las bandas enfrentadas eran posiblemente "nuevas" en la zona, por lo que trataban de "demostrar la fuerza" de cada una. Es por ello que reclaman la rápida intervención de las autoridades.
Foco en la falta de policías
Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha puesto el foco en la "alarmante" falta de policías nacionales. El déficit es de 500 agentes, según ha señalado el primer edil en alguna otra ocasión. También se lo ha reclamado al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que le canceló una cita el pasado mes de julio.
Por ello, el regidor hispalense le ha pedido una reunión al subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, que se ha mostrado abierto a la invitación. De hecho, según ha manifestado espera "consensuar una reunión para analizar con detalle la situación de forma inmediata".
En este sentido, ha subrayado la necesidad de "adoptar medidas viables que puedan facilitar la convivencia vecinal". No obsante, ha recordado que la situación requiere el concurso, la colaboración y la coordinación de todas las administraciones y poderes implicados, para abordar de forma integral todos los problemas que sufre el barrio".
Además, ha incidido en que es una "cuestión poliédrica". "No sólo se debe analizar desde la perspectiva de la seguridad, sino desde un punto de vista completo y evitando criminalizar a los vecinos", argumenta.
Vehículos blindados
También se han expresado al respecto desde los sindicatos de la Policía Nacional. A raíz de este tiroteo, desde JUPOL han pedido que el Ministerio del Interior aporte al menos un vehículo blindado en las ciudades de más de 250.000 habitantes.
Así, según justifican, podrán intervenir en "enfrentamientos armados en los que se usan armas de guerra" y, de esta forma, hacer frente a la "escalada de violencia" relacionada con la delincuencia y el crimen organizado.
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