El Pleno Ordinario de este jueves no será uno cualquiera. Tras un debate de muchos meses y diversas propuestas, Sevilla se convertirá en la primera ciudad de Andalucía en limitar las viviendas de uso turístico, una medida muy demandada por los vecinos que conviven a diario con las molestias que ocasiona el turismo.
Así, este tipo de pisos no podrán superar el 10 por ciento en los barrios de Sevilla. En el Casco Histórico y en Triana no habrá ninguno más, tal como defienden desde el Ayuntamiento.
Previsiblemente, la medida saldrá adelante con el apoyo de Vox, quien en las últimas semanas ha alcanzado varios acuerdos con el grupo municipal popular, entre ellas las obras en zonas como la Gran Plaza, Virgen de Luján, y Alcalde Manuel del Valle.
Aunque el límite de viviendas de uso turístico quedará fijado inicialmente en el diez por ciento, podrá variar en los próximos meses según los barrios. En el acuerdo con los de Santiago Abascal, el equipo municipal se comprometió a encargar un nuevo informe que analice las diferentes zonas de Sevilla.
De esta manera, se contempla reducir el tope en aquellos barrios con saturación acústica, zonas patrimoniales y en lugares donde el esfuerzo para acceder a una vivienda es superior a la media.
En cualquier caso, Sevilla será la primera ciudad de Andalucía en poner freno a dichos alojamientos. Un vídeo difundido por el Ayuntamiento de Sevilla define la medida como "histórica".
Tras siete meses de negociaciones y bloqueo, una de las propuestas estrella de José Luis Sanz quedará aprobada, no sin críticas de la oposición. Tanto el PSOE como Podemos-IU defendían una moratoria, pero desde el Ayuntamiento siempre insistieron en que sería "ilegal".
Ambos grupos han recalcado que fijar el límite en el diez por ciento permitiría la habilitación de 23.000 viviendas más en los barrios que no se consideran saturados, especialmente en aquellos que rodean al centro.
Además, la portavoz de Podemos, Susana Hornillo, ha indicado que dicha norma supondría el "encarecimiento generalizado de los precios por toda la ciudad, especialmente en el caso del alquiler", al disminuir la oferta.
"Como mucho, 7.000 más"
No obstante, desde el Ayuntamiento lo niegan. "Como mucho, se llegará a 7.000, porque hay que ajustar todo lo que tenemos encima de la mesa", ha indicado el concejal de Urbanismo, Juan de la Rosa.
"El Ayuntamiento seguirá controlando, ajustando donde haga falta y luchando contra las viviendas turísticas ilegales con mano firme, protegiendo nuestra ciudad, nuestra cultura y nuestros vecinos", se recalca en el vídeo difundido por el Consistorio para difundir la norma.
De la Rosa ha dado más detalles sobre los próximos pasos a seguir. Según ha revelado, se harán "revisiones paulatinas cada tres meses" y se fijará "una mesa de seguimiento". También habrá "más control e inspección y muchas medidas complementarias con la Junta".
De esta manera, según indican desde el Ayuntamiento, se conseguirá frenar que las viviendas turísticas sigan creciendo en los barrios cercanos a Triana y Casco Antiguo, la dinámica que auguran desde PSOE y Podemos-IU.
Medidas paralelas
La limitación del diez por ciento complementa al resto de medidas puestas en marcha por el Consistorio para reducir las molestias que el turismo causa a los vecinos. Por un lado, se están persiguiendo las ilegales.
En septiembre se conoció que ya se había cortado el agua a seis de estos pisos que operaban sin licencia. La medida, que levantó mucha polémica al hacerse pública, ha obligado a reforzar la policía turística, encargada de las inspecciones.
Por otro lado, en los últimos meses se han puesto en marcha diversas ordenanzas para mejorar la convivencia, tales como la colocación de señales para fomentar las buenas prácticas de los visitantes en el barrio de Santa Cruz o el endurecimiento de las ordenanzas de limpieza. Así, se obliga a los turistas a depositar sus residuos correctamente.
"Solución parcial"
Por su parte, la Asociación de Profesionales de Viviendas y Apartamentos Turísticos (AVVA Pro) ha avisado de que la limitación del diez por ciento "es una solución parcial que no resuelve el impacto del turismo masivo, pues hay otras modalidades de alojamiento que continúan creciendo".
En este sentido, su vicepresidente, Ignacio Chaves, ha indicado que el sector hubiese preferido otro modo de de regulación. A su juicio, "los porcentajes fijados de viviendas de uso turístico no pueden ser iguales en el centro de la ciudad que en los barrios periféricos".
Por ello, espera que la nueva limitación sea una "base para negociar qué es lo mejor" en próximos meses. En lugar de limitar las viviendas, considera que se debería poner coto a "las plazas que se ofertan en cada barrio para así poder reducir la masificación y evitar que otros alojamientos que no sean viviendas sigan aumentando".
Asimismo, plantea varias interrogantes sobre la norma. Uno de ellos está en torno a "cómo se controlará el volumen de viviendas de uso turístico por barrio".
Además, el vicepresidente de la patronal, plantea la incógnitas sobre "si será público el orden de entrada en el Registro de Turismo de Andalucía o "cómo, quién y cada cuánto se revisará el cupo máximo en el supuesto de que aumenten las viviendas en un barrio determinado".