La Guardia Civil investiga a cuatro personas como presuntos autores de un delito de homicidio en grado de tentativa. En el marco de una operación contra el narcotráfico, atropellaron a un agente y le provocaron diversas fracturas de huesos y músculos que le mantienen apartado de sus funciones varios meses después.
Los hechos se registraron el pasado mes de mayo. Varios efectivos desarrollaban labores de vigilancia en el contexto de un operativo en las zonas rurales que hay entre Almensilla, Coria del Río y La Puebla del Río.
El dispositivo investigaba varias extracciones ilegales de combustible en el oleoducto que hay entre dichas localidades. Según los indicios que manejaba el Instituto Armado, estaban relacionadas con los grupos de narcotráfico que se desenvuelven por el entorno del Guadalquivir.
Se les conoce como "petaqueros". Son aquellos que se encargan de sustraer el combustible para el repostaje de las embarcaciones donde transportan los estupefacientes por el río.
En ese contexto, un guardia civil del Puesto Principal de Mairena del Aljarafe, fue atropellado por un todoterreno. El vehículo, según apuntan desde el cuerpo, presentaba las modificaciones que los narcotraficantes suelen realizar a este tipo de automóviles.
Drones con cámaras térmicas
Según fuentes de la Guardia Civil, en el desarrollo de dicho operativo, durante la madrugada, se observó como había varias drones sobrevolando por encima de los agentes.
Uno de ellos incluso se mantuvo parado durante varios minutos sobre el que fue atropellado. Tal como relatan desde el Instituto Armado, estaba en un lugar donde, a altas horas de la noche, era imposible la observación externa desde tierra. Esto evidenciaba el empleo de cámaras térmicas en el dron.
Justo después, un todoterreno de gran potencia y modificado, se dirigió hacia el agente con una velocidad elevada. Hizo varias maniobras bruscas y tras saltar sobre él, obligándole a descubrirse e identificarse, lo atropellaron. Los agentes cercanos no pudieron evitarlo.
A continuación, huyeron campo a través mientras se movilizaban el resto de efectivos, que no pudieron darle caza.
La investigación concluyó que el empleo de cámaras térmicas había sido decisivo para detectar al agente en un lugar apartado y en plena noche.
En las pesquisas han colaborado la Policía Nacional de Coria del Río y varias unidades de la Guardia Civil. Así, recibieron el respaldo de la Autoridad Judicial para imputar a las cuatro personas el delito de homicidio en grado de tentativa. Ahora, la investigación está en manos del Juzgado de Instrucción Número 3 de Coria del Río.