Encontrar el equilibrio entre residentes y turistas es uno de los objetivos principales del Ayuntamiento de Sevilla. Ana García, vicedecana de la Facultad de Turismo de la Universidad de Sevilla, cree que "no hay que ser alarmista" con la situación, pero cree que "faltan muchos medios en Sevilla" para actuar contra los pisos turísticos ilegales.
La exdirectora general de Calidad, Innovación y Fomento del Turismo de la Junta de Andalucía fue una de las ponentes de las Jornadas sobre el Impacto del Turismo en Sevilla, celebradas el pasado miércoles, en el Caixaforum.
Como experta en el sector, considera que hay suficientes herramientas disponibles en las leyes regionales y municipales para actuar, pero defiende que hay que ser "más contundente" en su aplicación.
Actualmente, Sevilla solo tiene 20 policías turísticos para detectar todas las ilegalidades en este tipo de alojamientos. "No pueden con todo el turismo de la ciudad de Sevilla", asegura en declaraciones para EL ESPAÑOL.
Además de la inspección de viviendas de uso turístico, entre sus funciones también está la supervisión de grupos con guías, la venta ambulante, los coches de caballos y los carteristas en el entorno Patrimonio de la Humanidad.
Por su parte, la Junta de Andalucía "solo tiene cuatro inspectores para toda la provincia de Sevilla". "Por muy formados que estén no son superhéroes", recalca.
En cualquier caso, cree que las manifestaciones, que se han empezado a registrar en Sevilla recientemente, "no van contra el turismo, sino contra el modelo o la falta de orden de la actividad".
Las principales molestias de los vecinos
En el marco de su actividad investigadora ha participado en un estudio, donde se ha consultado la opinión de 1.000 residentes en el Casco Histórico. Según han arrojado los resultados preliminares, cuestiones como la subida de los precios en sus barrios o la dificultad de alquilar o comprar viviendas son las cuestiones que más les preocupan.
También está entre las percepciones de los vecinos el exceso de pisos turísticos, la necesidad de "luchar contra la ilegalidad" y la falta de inspección. El aumento de inseguridad y de los ruidos también forman parte de la muestra inicial de esta investigación.
"No tienen problema con que haya más hoteles y que sean buenos. Tampoco ponían pegas a que esta realidad estuviera en crecimiento", revela Ana García.
Refuerzo de la inspección
La vicedecana de Turismo de la Universidad de Sevilla defiende el refuerzo de la inspección como el principal camino para reducir las molestias de los vecinos. También asegura que "hay que ser muy contundente en cuando a sanciones" ya contempladas".
No obstante, según considera, "ni la culpa de todo la tienen las viviendas turísticas ni la solución es una tasa, porque no resuelven estos desequilibrios". "En otras ciudades no sirven para disuadir la llegada de turistas, sólo para financiar a los ayuntamientos", avisa.
Además del aumento del personal de inspección, García apuesta por otra serie de medidas complementarias. Una de ellas es la creación de una oficina local de Asistencia al Turista y al Residente, que concentre en un espacio físico a efectivos de la Policía Turística y Policía Nacional.
Asimismo, subraya la necesidad de modificar normas que tienen que ver con el uso público del espacio, entre ellas la limitación de los grupos de turistas con guía, a pie y en bicicleta. "Si pasan de 30 a 15, por ejemplo, la invasión no es la misma", puntualiza.
A su vez, otra de sus propuestas es el refuerzo de la conexión de la policía turística local con Lipasam, con la creación de unidades de limpieza específica para las zonas que más viviendas turísticas concentren.
De forma paralela, otro de los caminos a seguir, según esta experta, es el de la tecnología, "no solo inteligencia artificial". "Puede ayudar mucho a tomar decisiones" al clarificar la oferta "ilegal", una cuestión que señala como crucial. "Una vez que eliminas todo lo ilegal, empezamos de cero", afirma.
Limitación "revisable"
Respecto al Ayuntamiento de Sevilla, cree que la medida de limitar los pisos turísticos en zonas saturadas al 10 por ciento "es revisable". "Igual pueden apretar más en algunos barrios", aclara.
A su vez, destaca la relevancia del trabajo que se realiza desde la Smart Tourism Office para redistribuir los flujos turísticos hacia otros barrios menos saturados.
"Se están realizando muchos trabajos a nivel técnico que ayudan a tomar decisiones, pero luego hay que ser valientes, hay que ser contundentes, hay que hacer valer la ley y aplicar las ordenanzas que ya existen", expone sobre la labor del Consistorio.
"El residente de Sevilla no está en contra de la actividad turística, sabe que es muy buena para la ciudad. Está en contra de su gestión", argumenta la vicedecana de la Facultad de Turismo de la Universidad de Sevilla. A su juicio, simplemente "hay que poner un poco de límites, mucho orden y un poco de sentido común".