Con la llegada de las lluvias y el desplome de los termómetros para muchos queda completamente descartado escaparse a una playa cercana a pasar el día. Ahora, el bikini y el bañador se echan a un lado y le dejan paso a la ropa y los zapatos de deporte.
Si existe un plan de otoño-invierno por excelencia, ese es el que implica la recogida de setas. A partir de octubre, estas empiezan a brotar en las montañas y bosques y, por consiguiente, los micólogos -expertos en hongos- empiezan a frecuentar lugares cercanos para verlas y estudiarlas.
Con la puesta en marcha de la temporada no solo los especialistas empiezan a buscar hongos. También lo hacen los aficionados que ven este plan como uno de los mejores para desapachar las jornadas de descanso.
Las setas se convierten en esta época en uno de los ingredientes estrella para elaborar algunas de las mejores recetas. Por su sabor y por el buen rato que se pasa recogiéndolas, la recolecta de estos hongos es una de las principales actividades durante los meses de octubre y noviembre.
Sin embargo, muchos de los que se adentran en el bosque para coger setas no son conocedores de que hay casos en los que es ilegal y la multa puede alcanzar los 600 euros.
Un máximo de cinco kilos
Los límites en el peso varían dependiendo de la provincia. En Sevilla, mientras que la cantidad recogida al día no supere los cinco kilos por persona está completamente permitido disfrutar de la actividad. Pero, una vez que el total excede dicho peso, el setero puede ser multado.
Otro de los factores a tener en cuenta a la hora de coger setas es la herramienta que se usa. Se deben de utilizar utensilios invasivos y que remuevan la arena como rastrillos o azadas, puesto que al hacerlo se puede perjudicar el micelio -la parte de la seta que permite su crecimiento-.
Si se escoge una navaja, se debe cortar la base del tallo de manera horizontal para que el micelio se quede plantado. Si, en cambio, simplemente se utilizan las manos para hacerse con la seta, habrá que girar su tallo. Nunca se debe arrancar, puesto que el recolector también arrancaría el micelio.
Riesgos para la salud
Siempre que se recolecten hongos o setas, estos deben de guardarse en una cesta de mimbre para que los restos caigan al suelo y se regenere el entorno. Además, hay que tener en cuenta que ni las setas en mal estado ni las que aún no están lo suficiente maduras se pueden recoger. Esto puede acarrear riesgos para la salud.
En cuanto a los lugares en los que está permitido coger setas, en aquellos espacios que sean públicos y estén gestionados por la Junta de Andalucía se permite la recolecta libre. Siempre y cuando se respete la normativa.
Se necesitará un permiso para los entornos privados o gestionados por el ayuntamiento. Y se debe tener en cuenta que las restricciones son más estrictas en los cotos mitológicos.